La Armada rinde honores al rey en la ría

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Felipe VI y Juan Carlos I asisten desde el «Tornado» a una espectacular parada naval militar

03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Siete barcos de la Armada española y un submarino enfilaron uno tras otro la ría de Pontevedra para rendir honores ante el Tornado, fondeado frente al puerto de Marín y desde donde el rey Felipe VI presidió una espectacular parada naval militar. Había expectación en la comarca por esta vistosa celebración con la que la Armada conmemoró los 300 años de la creación de la Real Compañía de Guardiamarinas, tradición histórica que se mantiene en plena vigencia con la tarea docente de la Escuela Naval.

Había algo de niebla y a media mañana cuando las siluetas de los buques de guerra empezaron a divisarse a lo lejos, avanzando desde Ons hasta el interior de la ría. La revista naval la componían el portaeronaves Juan Carlos I, el buque de aprovisionamiento de combate Patiño, cinco fragatas y el submarino Tramontana. Todos, en columna de a uno, se fueron acercando hasta el Tornado y cuando se encontraban a una distancia de 50 metros, se produjo el saludo de rigor. Las dotaciones, vestidas con el uniforme blanco del verano, ocupaban toda la eslora de los buques, de proa a popa.

Ante el rey, desde el puente de cada unidad militar se ordenaba el saludo y los tripulantes gritaban el protocolario ¡viva!, con fuerza suficiente para que se escuchase en la distancia. Rematada su parte en la ceremonia, cada barco viró de rumbo y se retiró de la ría de Pontevedra por su orilla norte. Fue una ceremonia que atrajo la atención de los vecinos en toda la comarca, porque no es común ver tantas unidades de la Armada concentradas en una misma ría y menos aún en una maniobra tan llamativa como la celebrada ayer. Los móviles y las cámaras del público no pararon de hacer imágenes. Asimismo, las embarcaciones particulares que lo desearon pudieron también asistir desde el mar, acompañando la parada naval, pero guardando una distancia marcada por la franja de seguridad.

El programa continuó con un ejercicio de rescate desde uno de los helicópteros de la Armada en el interior de la dársena de la Escuela Naval. Allí, se representó el operativo de recuperación de una persona caída al mar, con la esbelta figura del Juan Sebastián de Elcano atracado cerca.

A continuación, los actos castrenses se trasladaron a tierra, a la Escuela Naval donde autoridades militares y civiles -entre ellos la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo- y vecinos invitados pudieron asistir a un acto de homenaje a los caídos por España. Presidió el rey Felipe VI, acompañado por su padre, Juan Carlos I. Era la primera vez que ambos monarcas coincidían desde el 2014 en un acto de la Armada española y también se dio la circunstancia de que se cumplía el tercer aniversario desde que el monarca emérito renunció a la corona, gesto que le recordó su hijo en un sencillo acto posterior en el patio interior de la institución castrense. Allí tuvo un emotivo discurso donde también mencionó la formación militar de su abuelo, don Juan de Borbón, además de dar las gracias a los vecinos de Marín y a Galicia, por su «vinculación» con la Armada. El rey, para concluir, invitó a los presentes a alzar su copa «por esta Escuela Naval, la Real Compañía de Guardiamarinas, la Armada, nuestros marinos de ayer, hoy y mañana, y finalmente, todos unidos brindemos, por España».