El BNG mantiene el frágil equilibrio de rechazar los toros y pagar por la plaza

Lleva 18 años intentándolo, pero el BNG que gobierna en Pontevedra sigue sin convencer a casi nadie cuando con una mano se rasga las vestiduras para rechazar enérgicamente la fiesta taurina mientras con la otra paga una cifra que va variando -este año, 38.000 euros- por el alquiler de la plaza de toros para poco más que celebrar un sábado de septiembre la justa medieval de la Feira Franca. Lo que para el resto del mundo parece una subvención encubierta, para el BNG de Pontevedra es un ejercicio de coherencia. «Nós non subvencionamos as touradas», insistió ayer la teniente de alcalde, Carme da Silva.

Marea Pontevedra volvió a llevar a pleno, por tercera vez en dos años, que se elimine ese contrato. Solo logró el apoyo de PSOE y Ciudadanos, mientras que los votos de BNG y PP lo evitaron. Este año había una hecho diferente a anteriores intentos: la abstención de Marea en diciembre permitió aprobar el presupuesto municipal, que incluye fondos para ese contrato de arrendamiento de la plaza. Así se lo reprochó la socialista Paloma Castro, que ayer se mostró partidaria de que Pontevedra sea una ciudad «libre del maltrato animal». A ella se le recordó que el PSOE apoyó durante años los presupuestos municipales que incluían igualmente ese contrato.

Desde el BNG se acusa a Marea y al PSOE se propugnar en Pontevedra lo que no hacen en lugares como Extremadura o Andalucía. «Se nós puideramos abolir as touradas, faríamolo -insistió da Silva-. Pero a competencia é da Xunta ou do Estado. PSOE, Podemos e Cidadáns suman votos suficientes no Congreso para acabar coas touradas e non o fan».

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