El agujero negro del Concello

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral CRÓNICA

PONTEVEDRA CIUDAD

28 jun 2017 . Actualizado a las 12:18 h.

Hace algunos años hubo un concejal en el gobierno local de Pontevedra al que los periodistas calificaban de «agujero negro» debido a que cualquier asunto que tocaba -léase anunciaba, proyectaba o ideaba- desaparecía de la agenda municipal. Era una exageración, pues aquel concejal sí dejó algún bagaje (escaso) tras su paso por el gobierno. Pero aunque aquel edil dejó hace tiempo la primera línea de la política municipal, los agujeros negros no han abandonado al Concello de Pontevedra.

Uno de ellos es periódico, y cual si fuera el cometa Halley regresa cada cierto tiempo a su cita con la actualidad. No tarda 76 años como ese cuerpo estelar, sino que cada año por estas fechas aparece de nuevo en el orden del día de una junta de gobierno local y tiene eco en los medios de comunicación: se trata de la concesión de las piscinas de Campolongo.

La historia es muy conocida. Un contrato que nació en 1994, que se encontró pronto con dificultades, que se sacó a concurso de nuevo en 1997, que estuvo un tiempo en precario y que se adjudicó en el año 2000 por diez años. Estamos en el 2017, y aquel contrato que se firmó con el arranque del siglo sigue en vigor tras aprobarse más de media docena de prórrogas irregulares. La irregularidad viene dada por haberse agotado las estipuladas en el pliego de condiciones del año 2000.

Cada 30 de junio, como si fuera el cometa Halley, el contrato de las piscinas vuelve a la órbita del Concello de Pontevedra. Y cada 30 de junio se prorroga con el firme compromiso de que será última vez, de que en los doce meses restantes se sacará un nuevo concurso que habrá de incluir una reforma de las instalaciones que es absolutamente imprescindible. Y cada año, tras firmarse la prórroga, el asunto cae en un agujero negro del que solo sale doce meses después. De otra manera es difícil de explicar que el Concello no haya sido capaz de sacar adelante un nuevo concurso en el que se trabaja, o eso dicen, desde hace unos cuantos años.

Esta vez no va a ser una excepción. Al gobierno local le quedan tres días para aprobar una nueva prórroga que, una vez más, contará con el reparo de los técnicos. «Esta vez non vai ser por un ano», afirmó ayer el portavoz del gobierno local, Raimundo González Carballo, mandamás del área de contratación del Concello.

Dicen que los agujeros negros del espacio son lugares que no dejan escapar ni siquiera la luz. Uno de los imagina fríos, oscuros. Pero las piscinas de Campolongo son todo los contrario. Sus usuarios y trabajadores soportan, como denunció hace unos días el PP, hasta 35 grados de temperatura y humedad del 90 %. Si nada lo remedia, seguirán sudando. Y no precisamente por hacer deporte...