«Nos parece una maravilla siempre»

nerea garcía / c.b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Noemi Parga

La lluvia matinal no fue un obstáculo para que los turistas disfrutaran conociendo los rincones de la ciudad

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cámara de fotos, mapa y paraguas. Las nubes tiñeron de gris el cielo de Pontevedra durante las primeras horas de la jornada de ayer obligando a los visitantes a cambiar la sombrilla por el paraguas. Precisamente la imposibilidad de disfrutar de una mañana en la playa truncó los planes de muchos turistas. Algunos, como Aurelio, Rosa y Lucía, de Zamora, que ya habían visitado la ciudad hace años, lo hicieron en esta ocasión por capricho del clima. «Estamos de vacaciones playeras -explican- pero como hoy [por ayer] no está el día para ir a la playa hemos venido de turismo». Siguiendo el consejo de un instructor de submarinismo llegaron a Pontevedra, una ciudad a la que se refirieron como «la gran desconocida».

Lo cierto es que este no es un caso aislado. El mal tiempo ha impulsado a muchos de los turistas que visitan estos días Galicia a dejar la playa a un lado para conocer la riqueza cultural e histórica de ciudades como Pontevedra. «Si llueve tenemos paraguas y si sale el sol, a la playa», comentan Concha y Montse, dos madrileñas que llegaron a Galicia por segunda vez huyendo del calor de la capital. «Nos parece una maravilla siempre», aseguran. Además, afirman estar preparadas para disfrutar al máximo sean cuales sean las condiciones meteorológicas.

Otros madrileños, Tomi y Juan, -tras visitar A Coruña, Ferrol, Santiago de Compostela o Vigo en anteriores ocasiones- decidieron pasar unos días en la Boa Vila. «Hemos venido expresamente huyendo del calor de Madrid», confiesan. Con todo, la lluvia parece no ser un problema en esta época en la que el termómetro alcanza temperaturas imposibles en algunas zonas de España.

«Nos esperábamos la lluvia y la agradecemos incluso», explican Alberto y Maribel, de Guadalajara. Con el fin de dejar atrás las altas temperaturas del interior de la Península ambos decidieron pasar unos días conociendo las Rías Baixas, una ruta en la que la capital era una parada obligatoria. «Un amigo nos comentó que merecía la pena venir -indica Alberto-. Nos ha dicho que después de Santiago de Compostela, Pontevedra tiene el casco histórico más bonito de Galicia».

Pontevedra, parada obligatoria

Aunque no era complicado encontrar algún despistado que combinaba el paraguas con unas chanclas, la mayor parte de los visitantes que inundaron el centro de la ciudad venían preparados para todo. Y fueron muchos. A las 12 horas ya habían pasado por la Casa da Luz más de 130 visitantes, una cifra a la que se añade el otro centenar contabilizado por la Oficina de Turismo Rías Baixas.

A falta de una semana para despedir el mes de julio, la sensación es buena en las oficinas de turismo. Tras los estupendos resultados del mes de junio, julio parece que va por buen camino. Por otro lado, aunque el turismo nacional es predominante, el extranjero mejora a buen ritmo, señan responsables de las oficinas.

Cada vez más alemanes, franceses o italianos eligen Galicia como destino a la hora de planear sus vacaciones. Algunos, como Eugenio y Rosa, dos italianos que abandonaron durante unos días las altas temperaturas de su Sicilia natal para visitar Galicia, confiesan que son unos enamorados de nuestra tierra. «Soy un antiguo peregrino -explica Eugenio-. He hecho el Camino de Santiago 10 veces, 8 veces solo y 2 con mi mujer». Aunque hace cinco años de su último peregrinaje, no han dejado de venir durante este tiempo para recorrer diferentes puntos de la geografía gallega. Pese a que Pontevedra es ciudad de paso del Camino Portugués, ambos aseguran que es la primera vez que la pisaban.

Ya sea escapando del calor o como alternativa a un día de playa lo cierto es que las calles de Pontevedran se llenaron ayer de turistas que, callejeando, se fueron empapando de la cultura y la belleza de la ciudad durante una mañana en la que la lluvia fue la protagonista. Luego salió el sol.