Enfermeras de urgencias de Montecelo: «Hemos trabajado con una presión asistencial inasumible»

El aumento de la demanda asistencial está llevando al límite al personal del servicio de urgencias del Hospital Montecelo, en Pontevedra. En quienes recae el mayor peso es en las enfermeras y auxiliares. Tanto es así, que la situación vivida en varias jornadas de este mes de diciembre, que suelen coincidir en lunes, llevó a remitir un escrito al gerente, las Direcciones de Recursos Humanos y de Enfermería y la junta de personal del distrito sanitario de Pontevedra. Lo que manifiestan las profesionales es que están trabajando con una presión asistencial que califican de «inasumible». «Es muy desagradable trabajar con la sensación de estar corriendo para todos los lados y sin conseguir abarcar todo el trabajo que mi profesionalidad me pide», se dice textualmente en el escrito, donde solicitan a la dirección que corrija esta situación mejorando las cargas de trabajo.

El espíritu del escrito es que la demanda de atención supera la capacidad de trabajo que tiene urgencias y que, por tanto, el personal que está en esos turnos desbordados no se hace responsable de lo que pueda ocurrir con los pacientes, exponen desde un sindicato. El problema está en que se junta un pico de demanda importante con un servicio cuyos espacios se quedan pequeños. Una enfermera veterana lo relataba así: «Es lo de siempre en esta época del año, pero empeorado. Lo que necesitamos es más personal y que nos saquen los ingresos del servicio para poder trabajar. Llegamos a casa con moratones porque te tropiezas con todo», comenta. Y pone como ejemplo lo ocurrido en un turno de mañana: había en urgencias 14 pacientes ya atendidos y que tenían que ingresar en planta. Ocho estaban en la sala de espera de resultados (SER) y otros seis en camillas en pasillos. «Pero es que esos seis fueron aumentando hasta dieciocho. Y no es normal que abran la unidad polivalente, con nueve camas (una de ellas de aislamiento), porque nosotros lo pedimos», remacha la enfermera. La unidad polivalente está en la planta 1 después de las llamadas camas de observación, pero no pertenece a urgencias.

Lamentan, dicen, que a los responsables sanitarios del CHOP no les guste la palabra colapso. Pero, aseguran, es lo que es, la realidad. «Le pedimos a los directivos que se pasen dos horas en urgencias, ya no un turno entero, para que lo vean ellos mismos», apuntan. Personal de enfermería del servicio hace hincapié en que hay mucha patología respiratoria (gripe A y neumonías, sobre todo) y pacientes de edad avanzada a los que, muchas veces, se intenta dar un confort que en esas condiciones es imposible mientras siguen entrando enfermos, algunos críticos a los que hay que dar prioridad.

Hace una semana desde la dirección se comprometían a contratar al personal necesario, fundamentalmente enfermeras y auxiliares, a abrir espacios como la polivalente y a funcionar como un único hospital, con derivaciones de pacientes, en caso necesario, al privado Quironsalud Miguel Domínguez y al Hospital do Salnés para liberar camas en plantas de Montecelo. Personal de urgencias afirma que las contrataciones no llegan y que la solución no es que una supervisora cubra a una enfermera. «Esto no se soluciona contratando una auxiliar hasta el 15 de enero y con horas extras del personal de enfermería para poder abrir la polivalente», dicen. El problema es que el Sergas no tiene enfermeras en la lista de contratación de las que poder tirar y las condiciones tampoco animan. «Lo que dan es en días sueltos y diciembre y enero son terribles», subrayan desde un sindicato.       

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