El Ayuntamiento de Pontevedra, condenado a compensar a BeOne por el cierre de las piscinas de Campolongo durante el covid

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Complejo deportivo de Campolongo, en Pontevedra
Complejo deportivo de Campolongo, en Pontevedra CAPOTILLO

La indemnización supera los 360.000 euros, de los que ya se han abonado 155.000; el resto se descontará del canon anual por la explotación del complejo deportivo

08 feb 2024 . Actualizado a las 20:26 h.

El complejo deportivo de Campolongo, que explota en régimen de concesión la empresa BeOne, se vio como tantos negocios afectado por la pandemia del covid. Durante el confinamiento del año 2020 tuvo que cerrar sus puertas y posteriormente la empresa se vio obligada a reducir aforos e incrementar gastos durante la pandemia para cumplir con las restricciones sanitarias aprobadas por la Xunta.

Esto llevó a solicitar del Concello de Pontevedra una indemnización por el período en que estuvo sin actividad, del 14 de marzo al 21 de junio del 2020. BeOne hizo sus cálculos y reclamó 364.000 euros a la Administración local; los técnicos municipales, por su parte, redujeron la cuantía a 155.000, que se abonaron en su día. Pero la empresa discrepó con ese cálculo y llevó el asunto a los tribunales. La Justicia le acaba de dar la razón y condena al Concello a completar la indemnización que pedía la empresa, así como 8.500 euros más en concepto de intereses de demora. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), dio a conocer este jueves la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número tres de Pontevedra, que obliga al Concello a sumar 207.000 euros más a lo ya pagado. Aunque la resolución no es firme, los servicios jurídicos municipales recomiendan que no se recurra.

El alcalde explicó que la cantidad adeudada se descontará del canon anual de 60.000 euros que BeOne paga al Concello por la explotación del complejo deportivo. Lores lamentó que «estamos aínda pagando as consecuencias da covid. Nós non lexislamos nin ordenamos nada, pero somos os que estamos pagando as consecuencias».