Nueva oportunidad para A Ferrería con la inminente reapertura de la lujosa cafetería San Francisco en Pontevedra
PONTEVEDRA CIUDAD
La puesta en marcha del negocio de hostelería y los futuros pisos turísticos en el edificio del Carabela dinamizarán el corazón de la zona monumental
28 feb 2024 . Actualizado a las 19:16 h.El mismo despliegue que se vivió en el 2011 cuando abrió el bibliobar San Francisco en el bajo del número 9 de la plaza de A Ferrería se repitió seis años después cuando el empresario Manuel Teixeira fue asesinado en el 2017 en México a manos de unos asaltantes. Su muerte supuso el cierre de la cafetería que regentaban su mujer y sus hijas en la plaza más popular de Pontevedra. Desde entonces, A Ferrería quedó huérfana de hostelería y tan solo el Savoy, que se inauguró el mismo año del cierre del bibliobar, y el Carabela, abierto en distintas etapas, mantuvieron el tirón de una plaza que se quedó lejos del epicentro social que fue antaño.
La confirmación de la inminente reapertura de la cafetería San Francisco es el punto de partida a la reconversión de una plaza que fue mudando su piel en las últimas décadas. Primero con la rehabilitación de sus inmuebles y más tarde, con sus negocios. Las labores de acondicionamiento de la antigua cafetería han empezado, pero se desconoce cuál es la fecha exacta de su reapertura y quién está detrás del proyecto. Lo que está claro, o al menos, lo que tienen claro los vecinos de la zona es que será un punto de inflexión a una situación límite.
El aumento de toxicómanos e indigentes en los soportales de A Ferrería ha provocado la indignación de comerciantes y vecinos, hartos de los altercados entre ellos. El último fue el pasado lunes y acabó con la detención de dos individuos que se enzarzaron en una pelea con palos y tuvieron que ser trasladados por agentes de la Policía Local primero al PAC de A Parda y después, a Montecelo para ser atendidos por fuertes golpes en la cabeza, según explican desde el Concello de Pontevedra.
Los vecinos han denunciado en varias ocasiones que este es el día a día en los últimos meses e incluso han instalado un sistema de riego manual en el techo de los soportales para limpiar la zona de restos biológicos que dejan en la fachada del edificio restaurado por César Portela en el 2007.
Recuperar la plaza de antaño
Todos suspiraban porque volviese la vida de antaño a una plaza que es el emblema de la ciudad peatonal. Ahora saben que el cambio es cuestión de tiempo. Hace unos días, Carlos Fontán, propietario de La Pipa, ubicada en los Soportales, reconocía que la clave del cambio estaba en que hubiese más negocios en la zona.
La reapertura de la antigua cafetería San Francisco es el principio de esa nueva plaza que vislumbran los comerciantes. Pero, ¿cuál será el siguiente? Hace un par de semanas se supo que el empresario Joaquín Montes había comprado el edificio donde está el Carabela para convertirlo en ocho pisos turísticos. «Hemos hecho una inversión importante que dará vida a la zona», recalcó el empresario tras explicar los pormenores de la operación.
El bajo es lo único que sigue en otras manos. El Carabela lleva cerrado desde noviembre, pero se espera que en los próximos días se sepa qué pasará con la histórica cafetería. Sus anteriores dueños acometieron una remodelación en el 2022, pero las cosas no salieron como esperaban. Ahora se debaten entre darle un nuevo aire o traspasar el negocio. Hace unas semanas, la actual gerencia estuvo sacando material del Carabela. Fuentes próximas al local reconocen que «es cuestión de días» saber su futuro.
Con esa hipotética reapertura lo único que le faltaría a la plaza es finalizar la obra de restauración en el número 8 de A Ferrería. La rehabilitación diseñada por el arquitecto Mauro Lomba tendría que haber finalizado a finales del 2022, pero los trabajos todavía no han concluido y las vallas continúan en la plaza tres años después. Cuál será el futuro del bajo donde estaba Almacenes Clarita, ahora en la calle Manuel Quiroga, es la única incógnita que se prevé en A Ferrería del futuro. «Esta siempre fue una plaza de niños jugando o dándole de comer a las palomas, pero ahora ya no se ve igual», recalcan los vecinos de la zona, que confían en que la reapertura de la cafetería San Francisco devuelva la calma a una plaza que han tomado los toxicómanos.
El terrible adiós del «bibliobar», un negocio lujoso en un local de 300 metros cuadrados
La cafetería bibliobar que abrió en el bajo del edificio Pirsa tenía más de 300 metros cuadrados, era un espacio lujoso que puso en marcha la empresaria María Luisa Fernández, natural de Forcarei, y su hija Sonia Teixeira, que era quien estaba al frente del local. Su inauguración sorprendió a Pontevedra. Daba vida a la emblemática plaza de A Ferrería, donde también había abierto el Savoy (solo tuvo actividad durante un año), pero sobre todo, sorprendía por lo que había en su interior.
En la sala llamaba la atención un piano vertical de raíz de nogal con casi medio siglo de historia, que fue fabricado en Alemania por la marca Belling. Fernández lo consiguió en un anticuario y la intención con la que lo instaló fue para que cualquier cliente que supiera tocarlo, lo hiciese. La otra seña de identidad del local era la biblioteca, donde se podían consultar muchas obras de la literatura clásica y contemporánea. Amplios sillones de cuero, mesas de madera, lámparas de tulipa y una pared llena de imágenes retrospectivas de A Ferrería ayudaron a crear una atmósfera muy especial a la cafetería San Francisco, que recibió ese nombre por el convento que preside la plaza.
Después de seis años de actividad, el bibliobar amaneció cerrado una mañana. El marido de María Luisa Fernández, Manuel Teixeira, había sido asesinado en México. El empresario, propietario de gasolineras y hoteles en el país azteca, fue asaltado cuando viajaba en su coche entre las localidades mexicanas de León y Guadalajara. La investigación señaló que el motivo del asesinato pudo ser el robo, quizás fruto de un chivatazo.