La Vía Verde do Salnés enlazará los caminos portugués y de la costa hacia Santiago

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

PORTAS

El coste de la obra ascenderá a medio millón de euros y el plazo de ejecución será de diez meses

02 jun 2017 . Actualizado a las 05:30 h.

La conversión de la centenaria vía de ferrocarril que unía Vilagarcía, Caldas y Portas en un corredor verde avanza hacia su definición. De momento, la infraestructura ya tiene una denominación, consensuada ayer por los alcaldes de los tres municipios involucrados en el proyecto. Se llamará Vía Verde do Salnés y será la primera de sus características que discurra íntegramente por el territorio gallego.

También está más o menos claro el coste de la obra, que consistirá básicamente en el acondicionamiento de sus 9,1 kilómetros para que sean recorridos por caminantes y ciclistas de forma absolutamente accesible. De acuerdo con el borrador del proyecto que está diseñando la Fundación de Ferrocarriles Españoles, el presupuesto deberá reflejar al menos 533.000 euros, que podrían incrementarse ligeramente, ya que es necesario añadir la rehabilitación del apeadero de Ande-Rubiáns, que no recoge el documento. Los tres regidores -Alberto Varela, Juan Manuel Rey y Víctor Estévez- esperan contar con la implicación de la Diputación de Pontevedra en la materialización de la primera vía verde de Galicia.

El documento calcula que ejecutar los trabajos requerirá un período de diez meses. La intención de los alcaldes a este respecto es emprender las obras lo antes posible. Además de la accesibilidad -podrá ser recorrido perfectamente en silla de ruedas- otra de las características sobresalientes del corredor es el hecho de que servirá como enlace entre los caminos portugués y de la costa hacia Compostela.

La plataforma, privada ya de los antiguos raíles, se construirá con materiales adecuados al rico entorno natural. Se adecuarán los accesos, se crearán miradores y se dispondrán zonas de descanso equipadas con señalización informativa, mesas, sillas y papeleras. El puente de hierro sobre el Umia, una estructura de 64 metros que constituye una excelente muestra de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX, será acondicionado con un entablado de madera tratada.