Enfado de los comuneros al negar la Xunta ayudas para prevenir fuegos

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

RAMON LEIRO

La consellería dice que invierte 4 millones pero que pueden quedar solicitudes fuera

02 jun 2017 . Actualizado a las 13:10 h.

A las comunidades de montes de Pontevedra les ha caído como un jarro de agua fría que algunas de las subvenciones que pidieron estas entidades a la Xunta para prevenir los incendios -bien para hacer depósitos de agua, abrir cortafuegos o para desbrozar- les estén siendo denegadas. Sobre todo, les indigna que Medio Rural les diga que no les dan el dinero «por falta de fondos». El asunto está provocando tanta polémica que se convirtió en el protagonista de una reunión que mantuvo anteayer la junta rectora de la mancomunidad de montes, que engloba a trece comunidades. Allí, se sacó una conclusión que con unas u otras palabras ayer repetían los presidentes de las distintas comunidades: «Está claro que non se aposta pola prevención».

La entidad que gestiona el monte en mano común de Verducido es una de las directamente afectadas. Su presidente, Marcos Rey, explica lo sucedido: «Nós pedimos fondos para facer un depósito no que ter auga en caso de lumes, e non nola deron. É unha mágoa, porque canto menos se gaste en previr o lume máis se vai gastar en extinguilo». Algo similar contaba Jesús Castro, presidente de la comunidad de montes de San André de Xeve. A esta entidad también le denegaron una ayuda para hacer un depósito y otra para hacer limpiezas y trabajos similares. ¿Podrán asumir esta inversión con fondos propios, o se quedará sin hacer? «Nós poderiamos investir en facer o depósito, pero entón non teriamos cartos para coidar o monte baixo, porque a Xunta, cando os da, soamente da cartos para o monte alto. E se non limpamos o monte baixo... imos mal».

La comunidad de O Salgueiral, que sufrió un incendio en sus terrenos el pasado verano, también se quedó sin una subvención solicitada para prevenir fuegos.

Los comuneros, más allá del enfado por la denegación de las ayudas, parecen resignados. Algunas de las frases que pronuncian, desde luego, no invitan demasiado al optimismo: «Este verán, que para encima se prevé que sexa seco, pasará o de sempre. O monte arderá se lle cadra, porque previr non previmos e porque por encima o monte particular está moi de mala maneira, peor coidado que o comunal».

Habla Medio Rural

¿Qué dice la Xunta? La consellería de Medio Rural indica que hace un «esforzo importante» para financiar la prevención de incendios, que invierte este año cuatro millones y que aumentó el presupuesto en un 14 %. Aún así, indica que «é normal que algunha solicitude quede sen atender, unha vez esgotado o crédito orzamentario correspondente».

La Xunta también lanza un aviso para navegantes. No en vano, le recuerda a las comunidades de monte que tienen la obligación, por ley, de reinvertir en la gestión del monte, entre otras cosas en prevención de incendios, un 40 % de los ingresos que tengan.

Los comuneros tienen respuesta para esta advertencia que lanzan desde Santiago: indican que la mayoría de las entidades invierten en el monte el 100 % de lo que ganan, señalan que la madera apenas está dando rendimiento en el mercado y que las arcas de las comunidades a menudo están «peladas ou incluso en números vermellos».

La provincia registró 102 incendios forestales en el 2016 y 538 conatos

Con el verano ya las puertas y los comuneros alertando de que se están denegando ayudas para la prevención de incendios, da pavor pensar si se repetirán las cifras del año 2016. No en vano, según los datos que aparecen en un informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, en la provincia de Pontevedra ardieron un total de 4.961 hectáreas. Si se hace una comparativa, es como si ardiese todo el territorio que ocupa en el mapa el municipio de Sanxenxo. Los incendios que se produjeron, siempre según los datos del ministerio, fueron un total de 102, a los que hubo que sumar 538 conatos de fuego -tienen esta categoría los focos que no superan la hectárea-.

La segunda más afectada

De esas 4.961 hectáreas que fueron pasto de las llamas, buena parte de ellas se ubicaban en Arbo, donde se produjo el incendio más importante de toda la provincia, ya que quedaron calcinadas 1.992. Lo peor del asunto es que buena parte de la superficie que se quemó era arbolada -un total de 2.986 hectáreas- y el resto matorral. La provincia de Pontevedra fue la segunda de Galicia en la que más masa forestal ardió en el pasado verano, solo superada por Ourense, con unas cifras bastante graves. A Coruña registró un número más elevado de focos de fuego, pero se logró que afectasen a menos terreno que en el caso pontevedrés.

Los datos del 2016 están claros. Ahora falta saber qué ocurrirá con el verano que está a punto de comenzar. El enfado de los comuneros es notorio. Lo es por la denegación de subvenciones. Pero también por otras cuestiones. Desde la mancomunidad pontevedresa inciden en que es hora de que las Administraciones tomen la iniciativa «de verdade» para que los dueños de montes particulares hagan labores de prevención y se evita que la llama prenda en esos terrenos y luego afecte tambiwén al monte comunal o al público. Los comuneros pontevedreses señalan que ellos están dispuestos a colaborar para que mejore la situación de la masa forestal privada, incluso enseñando a los vecinos a hacer labores de desbroce. Pero creen que sí o sí hace falta implicación de la Administración, que debe «aplicar as leis que lle permiten sancionar a quen non limpa».