Juan Carlos I navega desde Sanxenxo hasta la Escuela Naval de Marín y se reencuentra con su hermana Margarita

Marcos Gago Otero
Marcos Gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

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El rey emérito realiza su primera salida en el Bribón tras volver el lunes a Galicia. El viernes podría llegar también su hija Elena. Hoy estará a solo unos kilómetros de su hijo, que inaugura el Foro La Toja

28 sep 2023 . Actualizado a las 11:33 h.

Juan Carlos I salió al mar el miércoles por primera vez desde que llegó a Sanxenxo el pasado lunes, y lo hizo con un itinerario distinto al habitual adentrándose en la ría de Pontevedra hasta la Escuela Naval de Marín. El padre del actual monarca disfrutó así de un periplo que, en su mayor parte, recorren los turistas en el verano en las aguas de la ría y divisó algunos de los lugares con los que guarda una especial relación, como la Academia de la Armada, donde estudió como oficial siendo todavía príncipe de España en 1957.

El emérito no llegó a bajar a tierra, pero sin duda que ver Marín desde el mar le tuvo que traer recuerdos de su época de guardiamarina, y también de citas posteriores cuando -ya como monarca reinante- asistió en múltiples ocasiones para la entrega de reales despachos y jura de bandera el día del Carmen.

De nuevo, el rey emérito se está tomando esta estancia en Sanxenxo con un perfil bajo, con poca exposición ante los medios de comunicación y, por el momento, sin declaraciones públicas. Llegó el lunes al aeropuerto de Vigo desde Abu Dabi y allí lo recogió su amigo Pedro Campos, en cuya casa de Nanín, en la costa de Sanxenxo, se hospeda habitualmente. Juan Carlos I mantiene un vínculo personal con Sanxenxo, donde se siente querido y respetado; fue la última localidad de España donde estuvo antes de irse a Abu Dabi en el 2020 y la primera adonde regresó en mayo del año pasado.

Tras aterrizar el lunes, el martes lo aprovechó para descansar y no salió, aunque sí recibió visitas de amigos, como el alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, que también ha evitado hablar para la prensa sobre esta visita, aunque se da por segura su satisfacción por la presencia del anterior rey en su municipio, evidenciado en pronunciamientos públicos favorables en diversas ocasiones.

Y ya este miércoles se cumplió el guion. El rey emérito salió a las doce y media de la casa de Nanín hacia el puerto deportivo de Sanxenxo. Ventana subida y solo un saludo con la mano a pie de la carretera ante la prensa. En el puerto, Juan Carlos de Borbón se mostró algo más comunicativo. En el espigón lo esperaba un buen grupo de personas que le aplaudieron cuando bajó las escaleras del muelle hacia el pantalán. Después se subió al Bribón, el barco con el que compite en las regatas de la clase de seis metros de eslora. Desde el público se seguían escuchando gritos de apoyo y admiración y él respondió primero saludando con la mano y después llevándosela al corazón en un gesto que arrancó más aplausos de sus incondicionales.

Juan Carlos I saluda al público que lo esperaba en el puerto de Sanxenxo, justo antes de subirse al Bribón
Juan Carlos I saluda al público que lo esperaba en el puerto de Sanxenxo, justo antes de subirse al Bribón Capotillo

La tripulación que lo acompañó a bordo la formaban Pedro Campos, Roi Álvarez, David Louzao, Eduardo Marín y Eduardo Valderas. Al Bribón lo escoltaba la lancha neumática Cristina, del Real Club Náutico de Sanxenxo. La intención original había sido salir hacia la boca de la ría y ejercitarse en el campo de regata, pero el viento del sur que sopló durante buena parte de la mañana desaconsejó este rumbo, porque se levanta una marejada bastante desagradable para la navegación deportiva a vela. Había otra opción y es la que siguieron. Se trató de un viaje por las aguas interiores de la ría, mucho más tranquilas y de fácil tránsito. Así que el Bribón enfiló el espigón y emprendió rumbo al sur hacia Bueu, de allí giró al este, siguiendo hacia Marín, con la vela desplegada al viento, y llegando hasta la dársena compartida por la Escuela Naval Militar y las embarcaciones náutico creativas que atracan en los pantalanes del paseo marítimo. No llegó a bajar a la Escuela Naval, aunque está por ver si la visitará el próximo año cuando su nieta, la princesa de Asturias, inicie su formación castrense en la Academia de la Armada española.

El Bribón volvió a salir al medio de la ría y navegó al oeste frente a Raxó, en Poio, girando en punta Festiñanzo, ya en Sanxenxo, hasta entrar en el puerto de la capital turística de las Rías Baixas, donde volvió a subirse al coche de Pedro Campos y regresó a la casa de Nanín para pasar el resto del día. Cabe señalar que el día amaneció despejado, pero se fue cubriendo según avanzaron las horas y amenazó con llover aunque no descargó. 

Reencuentro con su hermana, la infanta Margarita

Si el paseo por mar por la ría de Pontevedra marcó una ruptura con el esquema puramente deportivo de ocasiones anteriores a bordo del Bribón, esta estancia en Nanín también tiene novedades, de índole familiar. El miércoles estuvo en Sanxenxo la infanta Margarita, la única hermana viva de Juan Carlos I. Es el primer reencuentro entre los dos en suelo español desde que el monarca emérito se fue a Abu Dabi. Se hospeda también en el hogar de Pedro Campos. Está previsto igualmente que el viernes venga a Sanxenxo la infanta Elena para la regata que lleva el nombre de su padre. Lo que parece descartado es que Juan Carlos I se vaya a ver con su hijo Felipe VI que estará hoy en O Grove, a solo unos kilómetros. El actual rey inaugurará el Foro La Toja. 

La octava regata Rey Juan Carlos I El Corte Inglés Máster se disputará en aguas de la ría de Pontevedra de viernes a domingo. El rey emérito, ganador del campeonato del mundo de vela de seis metros de eslora, aspira a ganar el trofeo de su categoría. Es de esperar que salga este jueves otra vez al mar para adiestrarse y que compita los tres días, a razón de dos mangas de regata por jornada. El regreso a Abu Dabi tendrá lugar probablemente el lunes por la mañana.