Cruz Roja asistió a 243 personas en situación de gran precariedad

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Es el colectivo más desfavorecido al que ayudó en Santiago en el 2013

16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Cruz Roja asistió en el último año en Santiago a 243 personas sintecho o en situación de gran precariedad. Son el colectivo más desfavorecido de las cerca de 7.500 personas a quienes llegaron las atenciones de esta organización humanitaria en el 2013. Son 122 menos que el año anterior, por lo que se observa un descenso de una tercera parte, según los datos de sus memorias anuales.

Con 57 de esas personas se realizaron itinerarios de inclusión. Suponen que acuden a las instalaciones de Cruz Roja en Fontiñas, y se trata de buscar salida a los diferentes problemas que presentan: de salud, económicos, y otros. «Non todas esas persoas viven na rúa, aínda que si en situación moi precaria. Algunhas conseguiron alugar un piso, e non teñen con que pagar. Outras están vivindo só coa axuda da Risga (salario social). Parte desas persoas participan de programas contra a exclusión social e a pobreza, como o reparto de alimentos ou kits básicos de hixiene e supervivencia», explica Santiago López Insua, coordinador de la asamblea local compostelana de Cruz Roja.

Entre las prestaciones que ofrecen al colectivo de sintecho está una salida semanal, denominada Café-calor: «consiste en que van voluntarios e técnicos da nosa asemblea para contactar directamente con esas persoas. Aproveitan para lles entregar comida, e para ver que outras necesidades teñen e se poden abordar», agrega.

Mayoría de varones

No todas esas personas son de Santiago: muchas proceden del exterior, incluso de fuera de Galicia, que están de paso. La mayoría, más del 80 %, son varones.

Este año Cruz Roja va a iniciar un programa de formación y trabajo específico para estas personas. Prevé comenzar «dentro dun mes», indica Santiago López. En un centro sociocultural que les cede el Concello organizarán talleres de informática, de cuero y de otras actividades que demanden, para ofrecerles la oportunidad de hacer algo diferente.

Santiago López ve en Compostela buena predisposición institucional para ayudar al colectivo de sintecho. Pero faltan recursos respecto a otras ciudades, como A Coruña «e iso fai aquí o traballo máis complicado, aínda que a experiencia está a resultar positiva», sostiene.