El sector turístico denuncia la proliferación del intrusismo

x. v. santiago / la voz

SANTIAGO

Muchos particulares comercializan servicios sin estar autorizados

24 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los sectores turísticos de Compostela ponen el grito en el cielo por el intrusismo que invade sus actividades y demandan de los gobernantes gallegos una actuación «urgente» para atajar el problema, con las oportunas inspecciones y las sanciones correspondientes. Este movimiento intrusista tiene su punto álgido en las fechas de mayor afluencia, como es la estival, y causa serios perjuicios a quienes viven del turismo.

Uno de los segmentos perjudicados son las agencias de viajes, debido a la comercialización de servicios turísticos por personas que no están habilitadas y que se hacen pasar por guías oficiales. También el transporte público de viajeros, agrupado en Fegatravi, por las excursiones que tienen su origen en Compostela y que realizan traslados a diversos destinos en coches particulares que carecen de autorización.

Asimismo resultan afectados los hosteleros, quienes denuncian el incremento de la oferta de alojamientos ilegales utilizando residencias particulares en Santiago y en los Caminos, fundamentalmente el francés y en el de Fisterra-Muxía, en los que «existe una alta cantidad de alojamiento ilegal», según resalta la Asociación de Hostelería.

Vehículos ilegales

Esta misma entidad, junto con la Asociación Galega de Axencias de Viaxes, la Federación Galega de Transportes de Viajeros (Fegatravi) y la Asociación de Guías Oficiales de Galicia, denuncian la «práctica fraudulenta llevada a cabo por personas que contactan con grupos de turismo o peregrinos para ofrecerles servicios turísticos ilegales».

Estas personas particulares, según denuncian dichas entidades, desarrollan actividades propias de las agencias como son los anuncios publicitarios de viajes, que organizan sin estar autorizadas para ello y que difunden en establecimientos hosteleros de la ciudad. Se ven, por ejemplo, en el trayecto que va desde la rúa de San Pedro hasta la Oficina del Peregrino. A lo largo del Camino de Santiago y del de Fisterra «se pueden contabilizar decenas de vehículos ilegales todos los días llevando a cabo estos servicios pirata que son exclusivos de las agencias de viajes».