El asesinato en Barro (Pontevedra) de Mónica Lorenzo Gómez, de 38 años de edad, a manos de su marido, que después se suicidó, motivó numerosos actos de condena en las administraciones públicas. Entre ellas, en la Xunta de Galicia y el Concello de Ames, que organizaron actos de concentración y emitieron notas de repulsa por el que ya es el sexto crimen por violencia de género en la comunidad autónoma en lo que va de año.
«O Goberno galego manifesta a súa máis enérxica repulsa ao tempo que fai un chamamento a toda a sociedade para que colabore para rematar coa lacra da violencia de xénero», señaló ayer la Xunta, que recuerda la importancia de que las mujeres que sufren malos tratos acudan a los servicios que ofrece el Gobierno autonómico para asesorarse, además de denunciar los hechos ante la policía o en el teléfono gratuito y confidencial 016.
En este sentido, cabe recordar que Mónica Lorenzo Gómez iba a separarse de su marido y que todo apunta a que esa decisión fue la que llevó al agresor a asesinarla y suicidarse.