La manifestación del pasado lunes convocada para protestar contra las políticas económicas de recortes de la Unión Europa y contra Angela Merkel como cabeza visible, sigue provocando un cruce de declaraciones y acusaciones entre los portavoces de la oposición y el alcalde de Santiago.
Rubén Cela y Paco Reyes insisten en la idea de que la actuación policial fue «desproporcionada» y exigen al alcalde que pida explicaciones de lo ocurrido en el transcurso de la protesta, ya que Cela considera que la actuación fue «evitable». El edil nacionalista, ante la valoración del regidor de que la manifestación fue un «erro político», se pregunta si Hernández pretende que «lle pregunten a el cando lle vén ben unha manifestación». El concejal dijo, a preguntas de los periodistas, que el alcalde no se interesó por él pese a que fue uno de los golpeados por la policía. «Se eu fora o alcalde, me houbera interesado por saber como está o concelleiro da miña corporación», apuntó Cela.
Por su parte, Paco Reyes le recordó al regidor que la Constitución recoge el libre derecho a la manifestación y a la libertad de expresión. Reyes que, siempre se refiere a Agustín Hernández como el «terceiro alcalde do mandato», ironizó diciendo que la propuesta del regidor es la de «facer manifestacións en diferido».
Por su parte, Agustín Hernández reiteró que la obligación de los políticos es «contribuír á mellora da situación económica, o sector servizos e turístico son moi importantes para esta cidade, e a visita de Merkel era unha oportunidade». En este sentido, el alcalde reiteró que la manifestación estaba autorizada en la praza da Quintana y no se permitió el paso a la del Obradoiro por razones de seguridad.