Un ladrón que devuelve lo que roba tiene en vilo a Pontepedriña

La Voz

SANTIAGO

Actúa siempre en un edificio y ha retornado desde bicis a un descapotable

02 sep 2014 . Actualizado a las 11:53 h.

En un edificio de la calle Boqueixón de Santiago, en Pontepedriña, saben que todos los viernes o sábados tienen fiesta. Fiesta de la mala, porque esos son los días en los que siempre actúa el misterioso ladrón que les tiene en vilo desde hace un año. Lo extraño no es tanto que les robe, que hasta ahí todo resulta descorazonador pero dentro de lo común, lo raro es que parte de lo que se lleva aparece días después como si nada hubiese pasado. Esa es la suerte que han corrido desde algunos objetos que se llevó del interior de algún coche en el aparcamiento a varias bicicletas e incluso un descapotable que desapareció y apareció como si de magia se tratara.

El aparcamiento subterráneo del edificio, que da servicio a nueve portales y a unos trescientos pisos, es el territorio de caza de este misterioso ladrón. «Estamos alucinados, a mí me rompió una ventanilla del coche para robarme un trípode de fotografía profesional que a los pocos días apareció», se lamenta una de las vecinas afectadas.

Por el mismo arte de birlibirloque han aparecido desde una mochila con objetos hasta algunas bicicletas. Una de ellas, limpia del barro que la ensuciaba. Otro dato que hace aún más extraño el caso. «No sabemos qué pasa, si lo que devuelve es porque no lo puede vender, porque solo lo quiere para usarlo él o porque tras robarlo se arrepiente y por eso nos lo devuelve», explica otra de las afectadas.

Los vecinos del edificio dicen estar viviendo «una auténtica locura». La mayoría han presentado denuncias a la Policía Nacional, pero otros no lo hacen porque lo que les ha desaparecido es de nulo valor, como unos cepillos de dientes o una toalla. «Lo que está claro es que el que se está haciendo de oro es el cerrajero, porque aquí estamos cambiando las cerraduras cada dos por tres, es una psicosis total», se queja uno de los vecinos.

Va a peor

Calculan que fue hace un año cuando el ladrón actuó por primera vez en este edificio de Pontepedriña, pero la situación ha ido empeorando con el tiempo. Ahora los episodios son más frecuentes y es rara la semana en la que el misterioso ladrón no actúa. «Yo ya digo un poco en broma que tenemos un ladrón de fin de semana», ironiza una de las afectadas. «No es ya solo lo que se lleva, es lo que destroza y las molestias que ocasiona. A mí me obligó a llevar el coche al taller y estar sin él unos días, casi me compro otro trípode como el que me robó y menos mal que no lo hice, porque luego apareció el mío», añade.

La situación ha ido demasiado lejos y los vecinos debatirán en la próxima reunión de propietarios qué más hacer para poner fin a los robos del misterioso y, en ocasiones, arrepentido ladrón.