La docente Teresa García Veiga recibe hoy una cálida despedida de los vecinos de la parroquia amiense por su prejubilación
21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El 23 de septiembre del 2007 más de un centenar de vecinos de la parroquia amiense de Agrón homenajearon a María Teresa García Veiga, al cumplir sus bodas de plata como maestra al frente de la escuela unitaria de Arufe. Hoy, siete años después, se vuelven a reunir en un número muy similar, mediante una comida en el restaurante Millán, en Negreira. Esta vez la ocasión es la prejubilación de García Veiga, toda vez que la reconocida maestra dejó atrás, con el final del pasado curso, toda una vida de entrega a la docencia tras el cierre de la escuela por parte de la Consellería de Educación.
Irene García y Míriam Berdullas, exalumnas de Teresa, fueron dos de las impulsoras del homenaje: «Queriamos facerlle unha despedida polos trinta e dous anos que estivo entre nós, e cunha relación tan especial por todo este tempo que vivimos xunto a ela, incluso cando xa fomos para o colexio», señala Irene, quien recuerda que fueron muchas las generaciones de niños a los que Teresa dio clase. «Por iso na homenaxe participan pais e nais cos seus fillos, e todos temos en común que gardamos moitos recordos de ir á escola coa mesma mestra».
Hace siete años, en una entrevista en La Voz, Teresa García reconocía su intención de jubilarse en la escuela de Agrón: «Esa es mi intención, quedarme aquí. Además, niños de momento hay suficientes para que no cierren la escuela». Pero el inevitable cierre llegó el pasado curso para este centro y para el de la parroquia de Bugallido. Educación determinó que no llegaban al mínimo de seis alumnos de 3 a 7 años, por lo que instó a escolarizarlos en el colegio de Barouta (cuatro de Agrón y dos de Bugallido). La reserva de matrícula en Agrón cayó de forma fulminante: en el curso 2012-2013 las instalaciones del colegio Arufe acogieron a diez escolares.