Centralizará servicios y pondrá máquinas donde la demanda sea baja
23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Tacita a tacita, los servicios hosteleros vinculados a la Universidade de Santiago han dejado de ser rentables. Y no es porque en las barras todavía se pueda tomar un café por 80 céntimos o un bocadillo de jamón serrano por dos euros. El motivo es el bajón de alumnos generalizado de la USC y el de algunos centros en particular. La red de cafeterías y comedores, con 19 centros en los campus de Compostela y siete en Lugo, se forjó en las dos últimas décadas del siglo pasado, cuando la comunidad superaba las 40.000 personas. Hoy hay en torno a los 25.000 estudiantes y una plantilla de docentes y personal de servicios que ronda los tres mil, pero que se verá reducida en medio millar de efectivos en esta década por las jubilaciones.
Con estos mimbres, la USC ha decidido revisar las condiciones económicas de las concesiones hosteleras, cerrar determinados servicios deficitarios, concentrarlos y limitar las funciones de algunos espacios para dejarlas en bar-cafetería. «Os fluxos de xente cambiaron e nalgún centro baixou moito a demanda», explica Xosé Pereira, vicerrector de Comunicación, quien asegura que allí donde se tomen decisiones drásticas se colocarán máquinas de vending.