El mercadillo solidario que esta semana se montó en el colegio público número 1 de Melide ha salido a pedir de boca. Tanto que lo recaudado, alimentos y productos de higiene, han llenado la despensa de Cáritas Parroquial. La directora de la entidad, Amparo Taboada, se desplazó ayer al centro escolar para recibir la mercancía, que valoró especialmente no solo por la cantidad -«han recaudado muchísimo», dijo - sino por los valores que encierra el gesto en sí ya que, tal y como afirmó, «es importantísimo que los niños colaboren y aprecien la necesidad de ayudar a quienes menos tienen».
En los valores que inspira la Navidad también pensaron los profesores del equipo de la biblioteca del colegio -del que partió la iniciativa- a la hora de decidir organizar el mercadillo por estas fechas. «Nos parecía la época más propicia porque en Navidad la gente se solidariza más», explicaron Inmaculada Martínez y Pilar Arias, dos de las docentes que participaron en una campaña que, en vista del éxito, tendrá continuidad el año que viene. La satisfacción, tanto por la actitud de los escolares como por la respuesta del público, es absoluta entre los organizadores, que perdieron la cuenta de la cantidad de alimentos que se recogieron. Para hacerse una idea: solo en cajas para entregar a Cáritas se reunieron cuarenta, y a rebosar. Alimentos y productos de higiene fueron la moneda de cambio en el mercadillo escolar, que se montó con lo elaborado por los propios alumnos del centro en talleres de encuadernación, bisutería, marroquinería y reciclaje; un variado escaparate en el que tampoco faltaron ni juguetes, ni ropa.
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