La agrupación socialista de Santiago hace agua. La debacle electoral del pasado domingo ha reabierto las heridas que dejó el proceso de configuración y aprobación de la candidatura de Paco Reyes sin contar con el comité local. Hasta el punto de que dicho órgano quedó disuelto anteayer, con lo que el control de la agrupación está ahora en manos de la dirección gallega por segunda vez en los últimos seis meses. La primera fue en diciembre, cuando el sector que apoyó a la rival de Reyes en las primarias, Mercedes Rosón, impugnó la asamblea en la que el anterior secretario general, Sánchez Bugallo, iba a dar cuenta de su dimisión.
La dirección local quedó entonces descabezada, como quedó anteayer la que desde hace cuatro meses dirigía María Gómez Bugallo cuando los integrantes de dicho comité que formaron parte de la candidatura de Reyes presentaron su renuncia como miembros de ese órgano. Eran 11 de una comisión de 18, lo que supuso la disolución de la ejecutiva al quedarse sin más de la mitad de sus integrantes. Y, con ella, la caída de Gómez Bugallo.
Detrás de esta nueva crisis en la agrupación está la lucha por el control interno del partido, latente desde hace meses y que estalló anteayer en una maniobra para «tumbarme», según la hasta ahora secretaria general, por parte de quien representa la «vieja política», que «no entienden lo que está pidiendo la sociedad».
Y entre ese sector no solo sitúa a Paco Reyes y a Bernardino Rama, «el que programa todo esto», sino también a la secretaria de Organización del PSdeG, Pilar Cancela. «Pusieron precio a mi cabeza», afirma Bugallo, el día de la asamblea en la que se votó la candidatura, la misma asamblea que como dirigente pretendía convocar la próxima semana para analizar el retroceso electoral, pero ante la que «quieren evitar dar explicaciones» por un resultado «terrible». El PSOE, que hasta este mandato había gobernado la ciudad 27 años, cedió el 24M 5 de sus 9 actas en Raxoi.
La hasta anteayer responsable local defiende que los dimisionarios del comité local deberían dimitir también de la lista electoral, e incluso Paco Reyes, que aunque no formaba parte del órgano de dirección ayer respaldó la postura de los candidatos que sí lo hacían: «Si hablan de que es por el resultado electoral no puedes dejar caer el comité y mantenerte en la candidatura», argumenta Bugallo, quien cuestiona que identifiquen en ella responsabilidades cuando «Reyes hizo la candidatura y la campaña que quiso». «Y ahora dice -añade- que lo respaldaron 7.000 votos». «¿Y los 8.000 que perdió no tienen responsabilidad?», pregunta.
Paco Reyes atribuía ayer la desbandada de sus candidatos del comité local a la falta de respaldo de la dirección del comité local en la campaña. «Non sentiron o seu apoio e por tanto se abría unha situación de falta de confianza». El portavoz municipal comparte esa lectura. «Entendo que tiñan razón» y «apoio aos once membros que dimitiron», manifestó Reyes, quien dijo percibir también esa falta de respaldo. Aunque la comparte, el candidato, sin embargo, negó tener conocimiento de la actitud que iban a adoptar sus compañeros de lista en la reunión del órgano de dirección, a la que él acudió en calidad de invitado para hacer «o primeiro análise» de los resultados electorales.
«Foron decisións particulares e individuais» y «eu non sabía que ía suceder isto», afirmó en una comparecencia pública en el Ayuntamiento en la que indicó que tras los resultados del domingo había puesto su cargo a disposición del partido a través de conversaciones con la secretaria de Organización y del secretario general a nivel autonómico. Pero Bugallo defiende que ese paso debía darlo ante la militancia compostelana.
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