«Buscamos equipos solidarios, que se pasan mucho el balón»

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MONICA IRAGO

El entrenador del Oporto Moncho López advierte de que este curso habrá en la ACB un «nivel medio altísimo»

04 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sar se apresta a vivir una tarde de baloncesto alrededor del Obradoiro. El de hoy y el de los últimos 45 años. A las 17 horas jugarán los veteranos y a las 19 se presentará el nuevo proyecto de Moncho Fernández para la temporada que se acerca. Enfrente estará el Oporto de Moncho López, que fue quien le abrió las puertas del baloncesto profesional al Alquimista. Son dos Monchos distintos pero un baloncesto cortado por el mismo patrón.

-Dice de usted Moncho Fernández que es su maestro. ¿En qué se parecen sus modelos de juego?

-De maestro, creo que ya nada. Tuve la suerte de trabajar con él. Entró en la dinámica profesional conmigo. Somos dos compañeros, dos estudiosos que aprendimos juntos y desarrollamos juntos muchas cosas. Similitudes, imagino que hay muchas. También por la convivencia que mantuvimos, por el intercambio de información. Supongo que nos parecemos en el rigor, el trabajo, la entrega, en dedicar mucho tiempo al análisis de nuestro equipo y los adversarios, la exigencia con nuestro grupo técnico y jugadores. En cuestiones técnicas, en los equipos, sin ser iguales y salvando las diferencias de potencial, cualquier analista avezado verá muchas señales parecidas, sobre todo en conceptos de juego, cómo jugamos sin balón, la búsqueda de ventajas a partir de bloqueos indirectos...

-Suelen decir los jugadores que cuesta asimilar el baloncesto de Moncho Fernández.

-Se le ha colocado a Moncho Fernández, y yo también lo he vivido en España y aquí, la etiqueta de que sus equipos juegan bien pero tardan en formarse. Creo que se debe a que son equipos en constante crecimiento. Inician con un buen nivel, siguen con buena evolución y van enriqueciéndose, más desde el punto de vista de la estrategia ofensiva, porque la defensiva es menos compleja. Jugadores míos también me han comentado que les cuesta coger las reglas, las exigencias sin balón. No nos limitamos solo a describir jugadas. Es importante saber qué hacen nuestro compañeros sin balón, cómo podemos movernos para generarles ventajas. Buscamos equipos solidarios, que se pasan mucho el balón. Nos gusta este tipo de baloncesto. Hay entrenadores que buscan más el uno contra uno, el pick and roll... Los nuestros circulan mucho el balón, por eso a veces no hay un anotador constante. Un día es uno, al siguiente otro. Me pasa en Portugal. Mi equipo casi siempre es el que más puntos hace y mis jugadores no están en el top ten de anotación.

-Cinco años del Obradoiro en la ACB, con presupuesto bajo y muchos cambios cada año. ¿Cómo se ve desde la distancia?

-El mayor hándicap son los cambios constantes de plantilla. Suponen un esfuerzo enorme. La adaptación de los nuevos, buscar jugadores porque los mejores se van... Es admirable. No hay secretos. Hay muy buen trabajo de dirección técnica y de entrenadores. Hay factores externos, como el apoyo extraordinario de la masa social. Ayuda a motivar y hace ver al que llega el nivel de exigencia. El club también ha ido creciendo y va madurando, porque los partidos también se ganan en el trabajo de los despachos. Secretos no hay

-¿Que opinión le merece el Obradoiro 15/16?

-No los he visto jugar aún, y no conozco a algunos jugadores, como Alec Brown y Pustovyi. A Tyler Haws lo tengo más visto. Me parece un equipo profundo. Creo que será una de sus virtudes, puede tener un cinco inicial muy abierto cada partido. Hasta el once y doce son excelentes jugadores. Luego está la amenaza de tres puntos, habitual en los equipos de Moncho. Este año se ha abierto el abanico. Ahora casi todos pueden tirar de tres. Incluso en el base tiene amenaza de tiro, que no siempre la hubo. La amenaza de los cuatros es impresionante.

-¿Y cuál puede ser el talón de Aquiles?

-La adaptación de los nuevos, su integración. Pero la tradición, la experiencia y el conocimiento de la afición les permitirá superar lo que en este momento es su gran laguna, el desconocimiento de la ACB. Ensamblar necesita tiempo, entrenamiento y partidos. Y creo que la Liga ACB tiene más calidad esta temporada. No habrá nivel bajo, habrá un altísimo nivel medio.

-¿Le parece el proyecto más atrevido y rupturista?

-No lo sé. Ya había leído algo al respecto. Quizás por el hecho de salir Corbacho. En todo caso, es por necesidad, no es una opción. Es un proyecto más, no diría el que más. El del Obradoiro siempre es arriesgado, tiene que ser así, es ley de vida. Pero hay muchas pruebas de que le suele salir bien.

-El Oporto que se verá esta tarde en Sar, ¿dónde se ubicaría en la Liga Endesa?

-Peleando para no descender. Creo que seríamos más bien un conjunto de LEB Oro. Aún no estamos bien, pero me gustaría que mi equipo jugase al cien por cien. Y nos falta nuestro mejor nacional, José Silva.