La solución definitiva para los conciertos en pubs sigue a la espera de la ley autonómica

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Cidade Vella subraya que no recibirá subvenciones para la actividad cultural que respalda el nuevo convenio con Raxoi

28 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación de la música en vivo y espectáculos en los locales de pequeño aforo de Santiago está en el mismo punto que hace dos años. Entonces ya existía un convenio municipal que respaldaba la actividad propuesta conjuntamente por los locales de la asociación Cidade Vella (aunque sin corsés horarios) y un maremagnum de bares dispersos por el concello que programan más o menos legalmente, con o sin la autorización de la Xunta, a la que compete este tipo de permisos. Pero, como recordaba Ánxeles Porto, portavoz de Cidade Vella, esto sigue siendo una solución temporal -«no subvencionada», aclaró- y la definitiva sigue a la espera de la aprobación de una ley autonómica.

El proyecto de ley, enquistado en la tramitación, contempla la autorización de actividades culturales en establecimientos hosteleros con un aforo inferior a cien personas con carácter general, lo que atajaría el conflicto en Santiago, que se remonta en la práctica (sobre el papel es mucho anterior) a enero del 2014.

En cuanto a la aprobación del nuevo convenio con Cidade Vella el alcalde compostelano, Martiño Noriega, recordó que «bebe da tradición» del anterior, que establecía una colaboración con una asociación que históricamente viene presentando una programación cultural para dinamizar o casco histórico. «O convenio é un paso adiante, de feito non vén a solventar o problema, porque afecta a unha zona moi determinada da cidade e hai outras que están pendentes de este tipo de cuestións», señaló, para ratificar su «compromiso» en «seguir avanzando» al respecto.

«Somos conscientes de que pode ser unha proposta que non guste a todo o mundo, pero si que entendemos que hai que recuperar unha dinámica regulada e razoable no casco histórico e corresponsabilizar a todas as partes», añadió Noriega.

«Somos conscientes de que pode que non guste a todos, pero hai que recuperar unha dinámica regulada»

Martiño Noriega