«Está pendente unha homenaxe a todas as patroas de pensións»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Vázquez Cendón, en el paseo del campus que está detrás de los colegios mayores.
Vázquez Cendón, en el paseo del campus que está detrás de los colegios mayores. Álvaro Ballesteros

La profesora de Matemática Aplicada de la USC llegó a Santiago en el año 84 y asegura que, a nivel profesional, «todos os ventos foron favorables, houbo que soprar co traballo, pero foron moi favorables»

02 may 2016 . Actualizado a las 16:41 h.

Elena Vázquez Cendón nació en Ourense. Su padre tenía una sastrería «e o que teño claro é que collín antes unha agulla que un bolígrafo ou unha tiza». No siguió los pasos textiles, pero sí aplicó a las matemáticas alguno de los consejos de la infancia. «Eu aprendín que había que desfacer, que as puntadas da primeira proba nunca van no traxe final, e ao mellor percibín desde o principio que hai esforzos necesarios que hai que desfacer. A xente de matemática aplicada levamos o erro de serie», dice.

Fue buena estudiante y tenía claro que lo suyo eran las ciencias: «Sempre me gustaron e se me deron ben as matemáticas, porque tiñan unhas regras moi claras». Dudó entre esta carrera y Física, eso sí, de haberse decantado por esta última no se hubiese encontrado en su trayectoria académica con Alfredo Bermúdez, «unha desas oportunidades formativas excepcionais». Y es que Galicia es un referente en esta ciencia, y en concreto en matemática industrial, «onde moita xente mira para Galicia», apunta.

Llegó en el 84, con una única universidad aún no segregada. Se instaló en una pensión, en la que Paqui, la patrona, trataba a las universitarias como si fuesen de la familia. «Está pendente facerlle unha homenaxe a todas as patroas de pensións de Santiago», cuenta. Tuvieron que negociar con ella que cocinase menos porque todas las estudiantes engordaban de lo bien que lo hacía. Había hasta merienda, y si venía alguna compañera a estudiar por las tardes, «merenda para todas». Salía pero estudiaba y aprendió a respetar ciertas celebraciones, «pero saiamos dun xeito ínfimo comparado con outros momentos». Estrenó Facultad de Matemáticas, un centro que ha ido mejorándose poco a poco, porque en aquel momento «aparecemos nunha facultade na que chovía por dentro», dice. De hecho recuerda un cartel que estuvo en la biblioteca y que decía «prohibido sentarse, peligro de electrocutarse», cuenta.

Aunque admite que la carrera no es sencilla, en aquellos años el plan de estudios estaba estructurado en exámenes parciales «e se ías aprobando por parciais podías rematar a finais de maio». Fue una promoción agradable, «con persoas que nos seguimos vendo» y que además realizaron la titulación en un buen momento. «Todos os ventos foron favorables, houbo que soprar co traballo, pero foron moi favorables». En su caso le tentaba la investigación, pero también la docencia en enseñanzas medias, y una beca de colaboración en quinto de carrera fue determinante: «Deixeino un pouco ao azar, de feito enviei unha carta sen certificar para ver qué pasaba». La aceptaron y comenzó a trabajar con Bermúdez de Castro, «e cando probas a investigación con 23 anos ves que é unha oportunidade que ou se che presenta ou non. Houbo xente con mellor expediente, en anos con certas oscilacións no tempo, que ao mellor non tiveron esa oportunidade, por iso creo que a tiña que aproveitar».

Obtuvo la plaza de matemáticas en la titulación de Enxeñaría Química y cuando Senén Barro preparó su equipo para optar al Rectorado la llamó para formar parte. «Como levaba moitos anos recibindo da universidade pensei que tamén me tocaba dar», dice. Y fueron años fructíferos, de los que recuerda con especial cariño el voluntariado del Prestige y la puesta en marca del programa A Ponte.

Nombre. Elena Vázquez Cendón (Ourense, 1966).

Profesión. Profesora de matemática aplicada, exvicerrectora.

Rincón elegido. «Este paseo do campus porque conecta moi ben cidade e universidade. Polo verde e a vida que ten, dáme unha onda especial».