Los jabalíes comen las semillas de una hectárea en Vilamaior

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoán A. Soler

El ganadero pide batidas para evitar perder toda la plantación

14 may 2016 . Actualizado a las 00:29 h.

Aunque resulta más habitual ver las imágenes de los daños causados por las piaras de jabalíes en las fincas de maíz cuando las mazorcas están a punto de ser cosechadas, en la parroquia compostelana de Bando los animales ya han comenzado a provocar daños en una finca recién sembrada.

La pasada semana, Santiago Rey sembró una de sus fincas en la parroquia de Vilamaior. Se trata de una extensión de diez hectáreas, situada muy próxima al Camino de Santiago, donde el ganadero confiaba en recolectar parte del producto que utilizaría para alimentar a su ganado durante el próximo invierno. Los jabalíes se comieron en la noche del domingo al lunes todas las semillas de aproximadamente una hectárea. «Ante a falta de medidas preventivas», Rey está seguro de que las piaras volverán por la finca hasta que la planta salga y «alcance uns centímetros, e despois non volverán ata setembro, cando veñan comer o millo».

En la finca quedaron las huellas de varios jabalíes grandes y otros pequeños, por lo que Rey está seguro de que se trata de un grupo grande que olfatea la semilla y «segue o rego comendo todo o que atopa». Aunque hace una semana que la finca fue sembrada, la semilla ya germinó y, según sus cálculos, solo precisaría de un mes para que salga la planta y ya no despierte el interés de los animales. Sin embargo, hasta que esto ocurra, el ganadero teme que otros ataques terminen con todo su trabajo.

Tres denuncias

Al descubrir lo ocurrido, Santiago Rey se puso en contacto telefónico con el 012 para denunciar lo ocurrido y solicitar que la Xunta de Galicia autorice batidas para «evitar novos ataques» y salvar así la cosecha. Aunque puso tres denuncias, y cuenta con el número de registro, «non fixeron nada». Incluso, en un último contacto le aseguraron que «estas denuncias non valían. Entón ¿por qué teño número de denuncia, e outras veces si valeu?». Rey indicó que los inspectores tienen que ir a la finca para valorar los daños, y después autorizar las batidas, pero «non chamaron, e os danos van seguir».

Esta no es la primera vez que el ganadero de Vilamaior sufre daños en sus fincas. Hace unos años, cuando el maíz estaba en su mejor momento, tuvo que reclamar en varias ocasiones porque la Administración gallega consideraba que solo había un damnificado, y no era suficiente para autorizar batidas. Claro que, en su zona, es el único que siembra grandes extensiones. Tras «moitas queixas» se consiguieron las batidas, y «ata se permitiu entrar no terreo de protección militar de Bando» para dar caza a los jabalíes y salvar la cosecha del ganadero.