El libro digital se frena en el instituto

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El alumnado que inició la experiencia de utilizarlo en los colegios López Ferreiro y Rodríguez Xixirei se ve abocado a volver a los volúmenes de papel al llegar a la ESO

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El alumnado de quinto de primaria del López Ferreiro y del Rodríguez Xixirei de Lavacolla, que fue pionero en el uso del libro digital durante los dos últimos cursos, vuelve al libro de texto de siempre, en papel. El motivo es que en los institutos Xelmírez I y Sar, a los que están adscritos esos colegios públicos y a los que se incorporaron en septiembre en primero de secundaria, no usan ese recurso didáctico, por lo que se frena la continuidad de la experiencia.

De momento, no lo echan en falta. En los cuatro centros no han recibido ninguna queja ni pregunta de ese grupo de estudiantes. Los dos colegios de primaria de los que proceden mantienen por tercer curso consecutivo la denominada mochila digital en quinto y sexto. Y en junio decidirán si continúan con su uso. No lo tienen claro, indican sus directores. Este curso lo utilizan 25 escolares en el Rodríguez Xixirei y un centenar en el López Ferreiro. Conforman el alumnado de mayor edad de ambos centros. «O profesorado non está moi contento, non convencen os contidos das materias, e precisan do apoio do libro de papel. Mellorou moito tecnicamente e agora non temos problemas para o acceso, como aconteceu ao principio», explica Pedro Meijide, director del Rodríguez Xixirei.

Lo mismo confirma Xosé Ramón Carril, director del López Ferreiro: «O libro dixital só oferta unha alternativa para o ensino de inglés, que no noso centro non interesa especialmente, e continuamos a utilizar materiais doutra editora, comprado polo centro». Cuando arrancó la experiencia, se valoraba que el libro digital ofrecía importantes ventajas. Entre ellas, favorecer una mayor autonomía del alumnado y una forma de aprendizaje más actual, con el uso de Internet para buscar información en el aula. Además, se promovía el uso de materiales informáticos para hacer gráficos y presentar trabajos. Y entre las principales ventajas también está que esos estudiantes portan menos peso, pues el ordenador portátil es más ligero que los volúmenes de papel.

Pero todo esto choca con el inconveniente de que los contenidos del material digital no convencen al personal docente, insisten los directores del López Ferreiro y de Lavacolla. El papel, en todo caso, no desaparece por completo con la mochila digital. Porque los exámenes se realizan, como antes, sobre ese soporte. Además, mantienen los cuadernos y libros de ejercicios de algunas materias. Los dos centros ya participaban en el proyecto Abalar, que potencia los recursos informáticos en los colegios.

Problemas de conexión

Manuel Portas, director del Xelmírez I, explica que «non temos implantado o libro dixital en ningún curso, e desde logo non coñezo que sexa habitual nos institutos. Aínda que no noso centro o profesorado utiliza as tecnoloxías da información e da comunicación, e introduce progresivamente materiais dixitais, pois existen recursos de enorme valor didáctico e que son do maior interese para a docencia na secundaria», manifiesta. «Coñecemos opinións de centros de primaria que non están satisfeitos co libro dixital. E no noso centro hai profesorado que valorou os que se ofrecen, e por agora non considerou oportuno empregar eses materiais», agrega Portas. Podrían hacerlo, sostiene, «porque participamos no Proxecto Abalar, temos boa dotación de medios informáticos e non habería maiores problemas», manifiesta el director del Xelmírez I.

En el IES de Sar no pueden decir lo mismo, pues arrastraban problemas tecnológicos que han ido superando. «La conexión del centro a Internet era muy mala y por eso hasta ahora no hemos pensado en esa posibilidad», apunta la directora, Teresa Ruiz. «De todas formas, hasta ahora el alumnado que viene de Lavacolla no parece echar de menos el libro digital. No tuvimos ninguna protesta», agrega.