El balance

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy era el día para debatir -con cierto hartazgo, es cierto- sobre el oscuro túnel del tiempo en el que se ha adentrado el demandado enlace orbital de las conexiones viarias del norte urbano y, por extensión de las estrecheces presupuestarias que se están cebando con la capital, el sombrío panorama que asoma sobre otras infraestructuras de histórica necesidad, como la depuradora. O sobre el apagón del alumbrado navideño y de la pista de hielo que a ver si llega a tiempo para animar las vacaciones escolares. O sobre el fundido de la gestión del casco monumental en espera de la varita mágica de un plan especial renovado para rescatar a los vecinos en la avalancha turística. Incluso para felicitarnos de que el futuro campus de Ciencias da Saúde ofrezca ya un rostro, luminoso y puede que tocado por la controversia; y de que ese vial de Aradas de sinuoso recorrido durante más de una década enderece su rumbo. Era un día, en fin, para enfilar esta rutina próxima al fin de año en la que la ciudad acelera persiguiendo un equilibrio imposible entre su debe y su haber, un balance en el que magnificamos las realizaciones materiales, en el que examinamos los servicios públicos y calibramos la talla de aquellos a quienes hemos encomendado que los gestionen sin pararnos apenas un instante a valorar si colectivamente, como la suma de ciudadanos que damos vida a Compostela, hemos contribuido a una sociedad más justa, en la que la solidaridad sea más que un tópico navideño. Sin valorar si teñirnos un día de negro para movilizar la propia conciencia y la del vecino contra la bestia de la violencia machista nos justifica. Hoy también era ese día.