Análisis | Déficit de gestión del gobierno sin rendimiento para la oposición

Ignacio Carballo González
i. carballo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

29 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La política municipal de Santiago se ha estabilizado. El escenario es hoy prácticamente igual al de mayo del 2015, cuando la propuesta de Compostela Aberta sedujo a poco más de la tercera parte de los votantes y aupó a Martiño Noriega a la alcaldía con una ajustada ventaja de 458 votos sobre Agustín Hernández (PP). Rebasado el año y medio de gobierno, en esta foto fija que realiza Sondaxe CA tiene un desgaste mínimo porque el volumen de descontentos con su gestión (uno de cada tres compostelanos) o los neutros (otro tanto) no han sido seducidos por los grupos de la oposición para obtener su respaldo.

El PP acorta distancias y se aproxima a solo cuatro décimas de Compostela Aberta (la supera en 1,4 puntos en intención directa de voto), pero no crece en la medida necesaria para darle la vuelta a la tortilla y convertirse en la fuerza más votada en la ciudad si las elecciones se celebrasen hoy, menos aún para aproximarse a la mayoría absoluta que le aseguraría la recuperación de la alcaldía, al tiempo que su líder obtiene escaso rendimiento de su posición poco dada al cuerpo a cuerpo en la arena municipal y, por detrás de Noriega y Rubén Cela en valoración, no alcanza el aprobado. Pero tampoco los socialistas remontan en las preferencias de los ciudadanos pese a la actitud combativa de Paco Reyes, que al frente de un grupo con cuatro ediles (tres en la práctica desde mayo del año pasado al no haber resuelto el conflicto para cubrir una plaza vacante) trata de acaparar en Raxoi un protagonismo político más amplio que el correspondiente al peso de sus escaños. Con solo dos décimas de crecimiento en la encuesta, este papel sí lo tienen los dos ediles del BNG, grupo elegido por Noriega como socio preferente para sacar adelante los presupuestos de este año, todavía en negociación, después de haberle ofrecido entrar en su gobierno. Crecido en el ruedo autonómico bajo el liderazgo de Ana Pontón, el Bloque hizo oídos sordos a la invitación de la Marea compostelana y en sus manos está ahora la posibilidad de que el alcalde se vea forzado a vincular las cuentas a una moción de confianza.

Compostela Aberta enfila el ecuador del mandato con la obligación de pasar de los gestos a los hechos si quiere consolidarse como fuerza más votada. Así se deduce del resultado de la encuesta, ya que más de la mitad de sus críticos afirman que no ha hecho nada. Aspectos como la laicidad del Concello, la representación institucional o la normalización de la vida municipal han ocupado espacios centrales de la escena local en este período. La falta de ideas y programa es la causa que explica, entre gran parte de los compostelanos que valoran de forma crítica o neutra a CA, la inacción del gobierno, y la larga polémica en torno al mal estado de conservación de los viales sustancia este déficit de gestión, mientras prioridades con las que concurrió a las municipales, como la transparencia o la participación ciudadana, obtienen una alta cuota en su haber.