Las labores de mecenazgo y patrocinio que desempeña la iniciativa privada por la vía de las exenciones fiscales tienen una trascendencia enorme en la programación de las actividades del Xacobeo. En el año santo de 1999, más de la mitad del presupuesto que se asignó a la programación jacobeo se capto a través de esta vía.
En el último año santo, el del 2010, en el que visitó Santiago el Papa Benedicto XVI, un total de 32 empresas se acogieron a las exenciones fiscales y destinaron a la programación de eventos o a la propaganda de los acontecimientos algo más de 166 millones de euros. Según consta en la memoria del Xacobeo del 2010, un total de 128 millones se destinaron a actividades consideradas «esenciales», y otros 37 millones se repartieron entre otras que no tenía tal consideración.
Esta financiación extraordinaria también es fundamental para poder programar actividades de difusión en el extranjero o grandes exposiciones rotatorias.