El canterano Rodrigo es la novedad en una convocatoria con solo tres pívots de la primera plantilla
11 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Príncipe Felipe es una cancha que trae buenos recuerdos al deporte compostelano. Allí ganó el entonces denominado Lobelle de Santiago la Copa de España. Para el Obradoiro, sin embargo, es una plaza inexpugnable. Lleva cinco intentos sin éxito. Y esta tarde, a las 20 horas, el colectivo de Moncho Fernández tratará de romper esa estadística.
Las circunstancias no son las más propicias, sobre todo en el juego interior. Hasta Zaragoza viajaron tres pívots de la primera plantilla (Whittington, Pustovyi y Nacho Llovet) y el canterano Rodrigo Gómez. Lo más probable es que Bendzius desempolve el manual del cuatro. En el Obradoiro casi siempre ha jugado en el perímetro, pero en Lituania se desenvolvía en posiciones más próximas al aro.
El juego interior es, precisamente, uno de los puntos fuertes del equipo aragonés, con la tripleta que conforman Jelovac, Norel y Fotu, más el apoyo de Robert Benzing, un polivalente alero de 2,08 metros.
El conjunto maño también tiene problemas físicos, pero de distinta índole. Porque los dos jugadores afectados, Tomás Bellas y Gecevicius, están a un paso de la reaparición. Probarán antes del partido, y todo apunta a que estarán a disposición de Luis Guil, que esta misma semana se hizo cargo del equipo tras la destitución de Andreu Casadevall.
Guil debuta en el banquillo maño
El cambio de entrenador es una dificultad añadida, ya que el Zaragoza tenía un estilo de juego muy definido y está por ver qué cambia con el relevo en el banquillo. De momento, Guil ha anticipado que lo que busca es ganar más solidez en la retaguardia y dar libertad al talento de los jugadores en ataque.
A lo largo de la semana, desde el vestuario maño se han multiplicado los mensajes de petición de apoyo a la afición para un duelo al que el propio técnico local atribuye un doble valor: «Son dos partidos en uno». El Zaragoza suma una victoria más en la clasificación y en la primera vuelta, en Sar, perdió de diecisiete. Primero piensa en ganar esta tarde y, si el devenir del encuentro le favorece, tratará de hacerse también con el basketaverage.
El Obradoiro encara la cita rodeado de adversidades, si bien con la ventaja de que ya conoce el contexto al que deberá hacer frente desde principios de semana. Ha preparado la contienda desde esa perspectiva, a sabiendas de que no le queda otra que hacer de la necesidad virtud.
Antonio Conde, Pedro Munar y Óscar Perea es la tripleta arbitral que se encargará de impartir justicia en la contienda.