En el comienzo del Camino Inglés

cristóbal ramírez DURHAM / LA VOZ

SANTIAGO

CRISTÓBAL RAMÍREZ

Ferrol y A Coruña estuvieron presentes en la segunda peregrinación a Durham por ser puntos de desembarco

20 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de un centenar de personas participaron el pasado sábado en la segunda peregrinación desde la abadía de Finchale -el auténtico comienzo del Camino Inglés a Santiago- hasta la catedral de Durham. Se superaba así la cifra de los que habían protagonizado la del año anterior, que tuvo el honor de ser la primera en medio milenio. A Coruña y Ferrol fueron amplia y repetidamente citadas por la profesora Penélope Johnson en su explicación inicial a los peregrinos como lugares de desembarco, «donde echaban pie a tierra los antepasados después de una travesía que en algún momento habrá que recuperar».

El recorrido fue de algo menos de ocho kilómetros pero de un gran simbolismo, puesto que no solo era el que hacían los peregrinos en la Edad Media sino que fue prohibido bajo pena de muerte por el rey Enrique VIII de Inglaterra. El Ayuntamiento de Durham colaboró ahora con el grupo de voluntarios, a su vez potenciado el año pasado desde el Xacobeo, empeñado este en recuperar la tradición en tierras del noreste de Inglaterra muy cercanas a Escocia.

Así, acceder a Finchale en el autobús de dos pisos fue gratis para los 55 primeros que se anotaron, pero se demostró que era insuficiente y al resto no le quedó otro remedio que recurrir a su coche privado.

Una vez en Finchale, el profesor Benjamin Dodd hizo una documentada exposición sobre la vida de San Godric, fundador de la abadía y él mismo peregrino a Compostela, a lo que siguió la intervención de la profesora Johnson muy centrada en Galicia y resaltando el valor histórico de A Coruña y Ferrol, así como el paisaje del golfo Ártabro, y animando al centenar largo de oyentes a continuar en algún momento viaje a Galicia. «¿Y por qué no este mismo verano?», remató.

El recorrido se realizó sin incidentes. Al llegar al centro de Durham, al nutrido grupo se unió el alcalde, concejales y hasta dos personas que, vestidas a la usanza medieval y tocando una gaita, los condujeron hasta la catedral, en un ritual no solo elegante sino también muy solemne.

A todos los participantes se les entregó un folleto informativo remitido desde Galicia y centrado en el Camino Inglés, y una certificación de que habían realizado los primeros kilómetros de esa ruta jacobea.

Un miembro de la Confraternity of Saint James (la asociación de amigos del Camino en Gran Bretaña) defendió al acabar que el próximo desafío debía ser «continuar investigando y definiendo la ruta hacia el sur», siguiendo los pasos de los peregrinos del pasado que recorrían Inglaterra para embarcarse en puertos como Bristol o Southampton.