«Con corazón, acierto y Sar somos un gran equipo»

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Uno de los jugadores más destacados ante el Real Madrid, apunta al acierto como factor diferencial

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Nacho Llovet se le nota que disfruta hablando de baloncesto. Y comunica bien. Habla del triunfo del sábado y lo analiza en el contexto de una campaña marcada por los contratiempos.

-Tres días después de la victoria ante el Madrid, ¿cómo la interpreta en tres frases?

-Más que en un par de frases, en tres claves. Corazón. El equipo no se ha rendido pese a las lesiones, los resultados previos y demás. Acierto. Es lo que nos había faltado los partidos anteriores y esta vez lo tuvimos. Y Sar. Con nuestra gente apretando, con el campo como estuvo, nos venimos arriba. Con estos tres factores somos un gran equipo. Así llegó esta victoria que nos da confianza, alegría y un poco de aire para seguir en la lucha.

-El equipo que peor está tirando de tres, en seis minutos anota siete sin fallo. ¿Hay explicación?

-Es el deporte. Creo que tenemos un equipo con buenos tiradores. En cambio, en Zaragoza hicimos un 15 %, y en Gran Canaria otro porcentaje muy pobre. Tampoco era normal. Hacer un 50 % o un 52 % que hicimos el otro día es espectacular. Ojalá sigamos, pero a ver si nos mantenernos por encima del 35 %, que sería un porcentaje más normal para los jugadores que tenemos.

-Suele decirse que los equipos de Moncho Fernández crecen en las segundas vueltas, porque tardan en asentar el bagaje táctico. ¿Lo percibe así?

-Sin duda, hace falta tiempo. Pero no hasta marzo. Las lesiones nos han hecho mucho daño. Y creo que hemos estados muchos días con un nivel de pelea muy alto pero sin acierto. Con el bagaje táctico que tenemos, con los sistemas preparados para tiradores, si no metes te llevas un palo muy duro a nivel anímico. Es muy duro defender, dejarte los dientes, atacar y no meter, volver a atacar y no meter. Hay veces que incluso te pasa que defiendes bien y te meten. Y te preguntas: ¿Cómo puede ser? Eso te va quemando y creo que nos ha hecho mucho daño en algunos partidos. Con un acierto más normal, sin ser espectacular, creo que llevaríamos alguna victoria más.

-Habla del acierto, pero creo que en el Obra la clave está atrás. Ante el Madrid, 28 puntos en el primer cuarto y 55 en los tres siguientes, por ejemplo.

-La gracia de la defensa es que no depende de lo aleatorio del baloncesto. Puedes estar cada día bien en defensa. Luego, el acierto influye en el lado contrario. Al final, todo va conectado. Cuando tus ánimos bajan porque no metes en ataque, al final influyen en tu defensa. Cuando defiendes bien, cuando recuperas balones, cuando corres, muchas veces puedes anotar fácil, entonces defiendes todavía mejor y es una rueda que se retroalimenta. Pero, al revés, también. Si fallas, a lo mejor ellos pueden correr, te anotan, tu no puedes correr, te vas quemando... Si la mala racha ofensiva se alarga, muchas veces la defensa se resiente.

-¿En qué va a cambiar el equipo con Maric y Barlow?

-Nos van a ayudar. Lo primero, mejora la calidad de los entrenamientos. En las últimas semanas estábamos siendo pocos, sin rotaciones, con lo que llegas más cansado a los partidos. Además, con jugadores entrenando fuera de posiciones habituales. Son experimentados, y eso también se va a notar. Aleks es un jugador de los que hace falta en los equipos. Tiene un rol muy claro, de defensa, de voy a bloquear para ti, voy a rebotear para ti y voy a tener los tiros que tenga, pero no me voy a complicar. Creo que por ese lado nos va a ayudar a tener más regularidad. .

-¿Y Barlow?

-Conoce la ACB, sabe cómo se juega, que se juega en equipo, que hay que defender muy duro, que no hay rival pequeño, cómo se pita, porque es importante saber dónde está la barrera de las faltas y de los pasos, que a los americanos que llegan nuevos les cuesta. Nos puede dar el tiro abierto de los cuatros. Nos va a ayudar.

-Y toca visita a Badalona. ¿Ya nota el cosquilleo?

-Va a ser complicado. Primero, a nivel deportivo, porque para nosotros es muy importante. La Penya es un rival directo. A nivel personal va a ser muy difícil emotivamente. Considero que es mi casa todavía. Crecí allí desde que era un renacuajo. Pero una vez en la pista tu mente se olvida de todo lo demás y solo vale el baloncesto.