La protección del castillo de A Rocha enerva a los dueños de las fincas anexas

Margarita Mosteiro Miguel
Marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Raxoi solo expropiará parte del perímetro para un camino y un aparcamiento, pero restringirá los usos en el resto de las parcelas

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de la aldea de A Rocha Vella sienten que el castillo se está volviendo en su contra, pese a que fueron «los que más trabajamos y luchamos para su recuperación». El presidente de la Asociación Cultural A Rocha Forte, Carlos Delgado, describe en voz alta un lamento compartido por los propietarios de las viviendas y fincas aledañas al castillo de A Rocha. Delgado se refiere a que, en el proceso de expropiación de los terrenos del perímetro de protección de las ruinas, no se pagarán todas las parcelas realmente afectadas, sino solo una parte. «Un 60 % de los propiedades más o menos», señala.

El resto de las fincas, objeta Delgado, «quedarán afectadas, no se podrá hacer prácticamente nada con ellas. Pero tampoco las pagan». Los vecinos preferirían que se expropiara todo, es decir, «que se queden con los terrenos y los paguen». Otra solución que plantean es que se opte por realizar catas en las fincas, para que queden libres de cargas aquellas en las que se compruebe que no tienen valor arqueológico.

El número de fincas afectadas, según Carlos Delgado, asciende a 236. En el Plan Especial de Protección y Acondicionamiento del Parque Arqueológico de A Rocha se recoge que 23.372 metros cuadrados pasarán a ser de dominio público, y se calcula que el valor de los terrenos es de 140.232 euros, según el valor catastral.

Delgado apunta a Raxoi. «Se preocupó de dejar fuera dos casas, porque así el coste expropiación era inferior. Solo miraron el interés del Concello», reprocha. El concejal Jorge Duarte alega al respecto que los terrenos expropiados se destinarán a un aparcamiento y un camino. En cuanto al impacto de la protección sobre los derechos de los propietarios de las fincas, asegura que ninguna de las incluidas en el perímetro es urbanizable, por lo que sus dueños no están ante una pérdida de valor de sus tierras, ni tampoco se modifica su calificación en el Plan Xeral. Podrán seguir haciendo uso de sus fincas rústicas o de labradío, pero serán zona protegida del castillo.