09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.
Otro problema que los productores lácteos ponen sobre la mesa es que tampoco se retiran las heces que depositan los jabalíes y otras especies, como también sucede con los canes abandonados en zonas cinegéticas. Esos excrementos se mezclan con la hierba «que é analizada para comprobar as proteínas e outras propiedades beneficiosas, pero onde é inevitable que vaian restos de ouriña», procedente de los jabalíes que horadan sus fincas. Esto provoca la pérdida de miles de kilos de forraje.
Los ganaderos gallegos deberán plantearse a medio plazo si les compensa ceder los derechos cinegéticos de sus fincas a las sociedades de caza, cuyo interés debería pasar obligatoriamente por gestionar con diligencia lo que por ley les corresponde.