Galicia y Oporto fían su desarrollo a una «competencia leal»

SANTIAGO

ESTELA SILVA | Efe

Feijoo llama a explotar un mercado de seis millones de personas

19 abr 2017 . Actualizado a las 01:20 h.

Si Galicia y el norte de Portugal están condenadas a competir empresarialmente como regiones vecinas, periféricas y atlánticas que son, al menos que lo hagan de forma «leal». Y si uniendo fuerzas se hacen más fuertes para salir al exterior, que esa cooperación sea «honesta». Son las dos picas que quiso poner en Oporto el presidente de la Xunta, que convirtió la concesión de la medalla de honor del Ayuntamiento de la segunda ciudad lusa en un fugaz viaje oficial que trascendió al protocolo y que se produce en un momento inusual, con recelos a uno y otro lado del Miño por el daño que están haciendo en Galicia los precios del suelo industrial en Portugal y los bajos salarios.

Núñez Feijoo no rehuyó esta realidad en su intervención en la Câmara, que en clave de competencia interna ve «lóxica e normal», pero enseguida se aferró al también previsible y ya conocido discurso sobre el afianzamiento de las relaciones transfronterizas. Esta vez, sin embargo, el argumentario de la hermandad entre gallegos y lusos, en el que también incidió el regidor Rui Moreiras -independiente, apoyado por CDS-PP-, viene precedido de un buen monto de millones de euros, algo más de 90, que la Unión Europea concedió hace escasos días en Faro a la eurorregión para desarrollar 45 proyectos sin fronteras con los fondos Interreg: serán para investigaciones científicas conjuntas o planes de emergencia comunes, entre otras iniciativas.

Este argumento, sumado al de la Estrategia de Innovación de la UE, que permitirá movilizar 360 millones hasta el 2020, llevaron a Feijoo a reclamar «máis Europa» que nunca, sobre todo ahora que el nuevo escenario del brexit amenaza con bascular las decisiones comunitarias hacia el este. Para el jefe del Ejecutivo gallego, la cooperación ha sido clave en la construcción europea y ha permitido la creación de un «micromercado común» de seis millones de personas que Feijoo entiende que no se puede desaprovechar. Por ello destacó las oportunidades para convertir el rincón peninsular en una plataforma para las relaciones con Latinoamérica, y citó expresamente los vínculos de ambas regiones con Brasil. «Estamos a falar de intercambio de información e de misións conxuntas a explorar con máis intensidade», puntualizó el presidente, quien por la noche pudo reunirse y compartir una cena con los empresarios del área industrial. Ante unos 150 empresarios, Feijoo dijo que espera que en el año 2019 sea realidad el tren de altas prestaciones Porto-Braga-Valença y que esto se concrete en la cumbre que habrá entre España y Portugal los días 29 y 30 de mayo en Vila Real.