Destaca que el equipo cogió la escapada buena cerca de la meta
18 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Moncho Fernández, en su resumen del encuentro, destacó el cambio operado por el equipo tras el descanso: «En los dos primeros cuartos nos faltó estar al nivel de dureza que exigía el partido, defensiva y ofensiva. Un claro reflejo son las quince pérdidas. En el tercer cuarto, y sobre todo en el último, mejoramos en ese aspecto, en los dos lados. En la segunda parte solo hubo cuatro pérdidas, una en el último cuarto, que fue para enmarcar. La fe y la lucha resultaron muy importantes».
«En un partido de ida y vuelta, de estar arriba y abajo, cogimos la escapada buena cuando la meta se acercaba», precisó.
Capacidad de superación
El Alquimista de Pontepedriña subraya la capacidad del equipo para sobreponerse en el último cuarto: «Era un momento muy delicado. No es fácil empezar ocho abajo. Y más cuando parecía excesivo castigo. Pero anotamos pronto. Eso nos ayudó. Hay poco que decir. Peleamos muy bien en los balones sueltos, los que se van al suelo. La lucha y el acierto nos valieron para meternos en el partido».
Quiso poner en valor la victoria: «No hay que olvidarse de que el Bilbao venía de ganarle al Valencia. Para ellos era un partido importantísimo, están peleando por sus opciones de meterse entre los ocho primeros. Es difícil ganar en Bilbao. El ataque nos mantuvo vivos en la primera parte».
Moncho Fernández vivió una jornada de cierta paradoja, porque el equipo estaba anotando de tres como nunca y, sin embargo, se descosía por las pérdidas de balón. «Me venían a la cabeza otros partidos en los que opciones similares no las hemos metido -apuntó-. Nuestro hándicap muchas veces fue el no meter. Claro ejemplo es el anterior encuentro, contra el Málaga».