«Nunca he pretendido endulzarle las orejas a nadie»

La Voz

SANTIAGO

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al repasar su trayectoria, José Castillo alude a un período de oposición al franquismo y apoyo a la izquierda: «Globalmente, he hecho en la vida lo que me ha gustado y he querido. Y cuando me han preguntado, siempre he respondido lo que me parecía, libremente. Obviamente, me he equivocado muchas veces, pero nunca le he pretendido endulzarle las orejas a nadie», afirma.

-¿Por qué escogió Neurología?

-En realidad no escogí Neurología, fue lo que pude hacer. Quería estudiar fuera lo que entonces se llamaba Ciencias Naturales, y mi padre me reclamó porque me había metido en problemas. Entonces Medicina era lo más próximo a lo que me interesaba. Iba para pediatra, pero al comenzar el Hospital de Galeras don Carlos Oya, y después Manuel Noya, me ofrecieron participar para poner en marcha Neurología. Y así han pasado 45 años.

-¿Se merece esta jubilación?

-Empecé en el hospital en diciembre de 1972, al mismo tiempo que comenzaba a funcionar el Hospital General de Galicia. Mi antigüedad en el Sergas es de casi 45 años. Hay pacientes a quienes traté desde hace 30 o más años. Estoy entre las personas que tenemos un íntimo rechazo contra la jubilación, porque me encuentro bien de cabeza y físicamente, y hacía el trabajo bastante bien. Es una sensación un poco de resistencia, de indignación o de cabreo frente a los que nos jubilan administrativamente. Hay personas que desean jubilarse, es cierto, pero quienes tenemos una profesión con un componente vocacional fuerte y disfrutamos con el trabajo, cabrea que te aparten y lo tengas que dejar. Mientras el cuerpo aguante espero continuar con proyectos en los que he trabajado estos años.

-¿Destaca algún proyecto?

-Hace tiempo que digo que mi modelo es Sánchez Salorio, a quien sigo considerando un maestro: seguir siendo una persona útil, lúcida, válida para la sociedad con su actuación.

-Le quedan aún al menos dos inauguraciones, ¿no?

-Es cierto. Espero que se ponga en marcha la nueva unidad de ictus en el Clínico, y que sea puntera. Y hay que inaugurar los nuevos laboratorios del IDIS, que se retrasan por problemas burocráticos, que son desesperantes.

-Ahora recibe homenajes organizados por sus colegas, ¿cómo los valora?

-El de esta noche [por anteayer] lo organizan en el servicio. Sé poco, y es como una encerrona agradable. Parece que habrá una asistencia heterogénea, con viejas amistades, personas próximas, otras a las que no veo hace tiempo, y colegas del hospital.