«El prestigio de la Unión de Artesanos nos va a facilitar nuestra tarea»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Tras meses intervenida, la Xunta levantó la medida y pasó los poderes a la directiva

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Unión de Artesanos «tiene un prestigio entre los compostelanos que no se ha resquebrajado» con la delicada situación que la mutualidad vivió en los últimos meses. Así lo afirma su nuevo presidente, Joaquín Quiñoy, que asumió el cargo «porque era el momento de dar un paso adelante». Un grupo de personas «nos unimos en la asamblea para proponer una salida. La Unión tiene que seguir funcionando. Son 92 años de existencia y no se puede tirar todo por la borda».

Quiñoy asegura que los integrantes del nuevo equipo «no nos conocíamos más allá de vernos en las asambleas, y decidimos dar el paso». Tras meses de intervención por parte de la Xunta de Galicia, la medida fue levantada el pasado jueves, cuando los nuevos directivos firmaron la toma de posesión. «La Xunta seguirá vigilante, y cada tres meses verán las cuentas, pero la labor ahora será muy fácil», sostiene. La entidad, asegura, está «saneada, porque la gestora hizo un trabajo de saneamiento económico encomiable, y ahora tenemos un remanente para hacer frente a los pagos. Siempre se pagaron los servicios con agilidad, y eso nos permite contar con los mejores especialistas», subraya.

Pese a la difícil situación vivida, no hubo bajas. «Todo lo contrario, y la gente no dejó de pagar sus recibos. Sabe usted, que el trabajo de la gestora fue tan bueno, que tenemos capacidad para hacer frente a pagos durante tres meses aunque nadie pagará. Algo que no ocurrirá porque los socios son cumplidores». La Unión cuenta con 5.849 mutualistas, «solo hubo una baja porque la persona se iba fuera de Galicia, y, en cambio, «sí hubo bastantes altas». La calidad del servicio que se ofrece es más que suficiente para que los socios «se sientan protegidos». Joaquín Quiñoy, enfrascado en su papel de presidente revitalizador de la Unión, no deja de invitar a quien lo desee a asociarse a la mutualidad, y para ello vende magistralmente las ventajas de la sociedad. «En qué seguro aceptan personas con 70 años, y en cuántos no sube la cuota todos los años. Aquí paga igual uno de 21 años que otro de 50. El socio paga 34 euros al mes, y sus beneficiarios menores de 22 años, 29 euros al mes. Es un lujo», apunta. Y, para quienes no estén convencidos, Quiñoy apostilla: «Los médicos y las pruebas médicas sin coste».

Si bien se deshace en elogios al cuadro médico, Quiñoy reconoce que «nuestra Seguridad Social es la mejor del mundo, y yo disfruto de ella. Pero, la ventaja de la Unión de Artesanos es que no hay que esperar por las pruebas diagnósticas. Lo malo de la Seguridad Social son las listas de espera», lamenta.

Aunque en su origen, la Unión de Artesanos nació para dar cobertura sanitaria a personas que se dedicaban a los oficios artesanales, el paso del tiempo y, sobre todo, la implantación de la Seguridad Social universal hizo que la Unión de Artesanos «tuviera que reinventarse». Actualmente, en el tejido asociativo de la mutualidad hay «profesionales liberales y otros muchos trabajadores, que no son artesanos». Entre sus socios destacan los comerciantes y hosteleros, pero también empleados de banca, abogados y arquitectos, y por supuesto los «muchos de los artesanos que todavía quedan en el país». Joaquín Quiñoy es, precisamente, un ejemplo del aperturismo de la sociedad a toda la población. Aunque ya está jubilado, el nuevo presidente de la entidad fue empleado de banca. Insiste en la idea de que «es el momento de dar un nuevo paso adelante».

En la mente de la nueva directiva está el objetivo de abrir la Unión de Artesanos a un ámbito geográfico más amplio. «Estamos pendientes de que la Xunta de Galicia nos autorice a dejar entrar socios de otras localidades, no solo de Santiago. Compostela se nos queda pequeña, y queremos ampliar el ámbito a toda Galicia, pero empezaremos con la provincia de A Coruña».