La plantilla del rotativo se negó a prolongar la regulación temporal de empleo

La Voz

SANTIAGO

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Correo Gallego atraviesa una muy delicada situación económica, que a finales del 2016 le supuso la entrega de varias propiedades inmobiliarias hipotecadas, entre ellas su sede histórica de la rúa Preguntoiro, a sus acreedores bancarios como dación en pago. Al tiempo que mantenía fuertes retrasos en el pago de nóminas, la editora trató de extender a un séptimo año el expediente de regulación temporal de empleo, pero los trabajadores lo rechazaron de plano y exigieron un plan de pagos de las cantidades adeudadas.

El comité de empresa de El Correo Gallego llegó a convocar, el 22 de febrero, una concentración de protesta a la puerta de su sede en el polígono de Costa Vella, que fue secundada por algo menos de cuarenta trabajadores. La editora que dirige José Manuel Rey Novoa estudia llevar a cabo una fuerte reducción de personal como condición para garantizar su viabilidad.