Ni «feitas», ni «ben feitas»

Emma Araújo A CONTRALUZ

SANTIAGO

25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que las palabras se las lleva el viento es una falacia, sobre todo ahora que las redes sociales lo invaden todo y cualquier cosa escrita en tiempos de dientes de leche se vuelve en contra de uno, bien por lo que dice, o por las frases que le dedican.

El consuelo es que lo que hoy es trending topic suele difuminarse mucho antes que una canción de verano, lo que no quita que determinadas afirmaciones merezcan cierta reflexión cuando quien las formula es una persona que ejerce un cargo público. Hace tan solo unos días, o lo que es lo mismo, toda una eternidad para el mundo Facebook, un alcalde agradecía a dos concejalas de su equipo su trabajo en la excursión de la tercera edad definiéndolas como «xóvenes, ben feitas, agarimosas». Resulta que para muchos, el único problema de esta aseveración es que quien la cuestiona y la difunde no conoce nuestro idioma, ya que esto no va de hechuras, sino de xeito y amabilidad.

A mi me da que quien no cuestiona esta afirmación es que no conoce a las mujeres, seres de carne y hueso a los que les gusta que las juzguen por el mismo rasero que al resto. Profesionales que buscamos trabajo siendo conscientes de que el empleo también es una cuestión de género. Y que desde pequeñas nos acostumbran a sonreír cuando, como único criterio, nos definen como guapas, riquiñas, xeitosas, feitiñas o ben feitas. Y así, aunque te llames Simone Biles y tengas medallas olímpicas y campeonatos mundiales de gimnasia, tu problema seguirá siendo que no sonríes, aunque ese gesto, como bien recordó ella, «no te hace ganar medallas de oro».