Los primeros asistentes al casting de Gran Hermano llegaron a las 3 de la madrugada
09 jul 2017 . Actualizado a las 00:32 h.Si hace unos días vinieron a Santiago para captar talentos los promotores de Operación Triunfo, ayer los de Gran Hermano desembarcaron en la ciudad para seleccionar a candidatos gallegos para la próxima edición. El casting en el Hotel NH Obradoiro empezó a las diez de la mañana, pero a las tres de la madrugada llegó la primera, y a las diez, la cola ya superaba los 200 metros. Entre los que aguardaban pacientemente su turno llamaba la atención Juan Gimel, de Vimianzo, que ocultaba bajo una gabardina una pieza similar a un tanga con tirantes. «Hago frikadas en YouTube, y ser seleccionado para Gran Hermano me daría mucha publicidad. Sería genial. Me presenté muchas veces, siempre vestido de normal, y ahora ya a la desesperada decidí venir vestido con el traje de gala, el de los domingos», explicó.
La mayoría de los que quisieron probar suerte eran jóvenes, y entre ellos, estaba Alejo, de A Coruña, recién licenciado de Veterinaria y que tiene pensado destinar el premio «a un máster, porque no tengo claro qué hacer ahora que termine la carrera». Suso, de una aldea de Lousame, que se presentó a varios programas de televisión y asistió de público en muchas ocasiones, explicó que acudió al casting, porque quiere «saber cómo soy cuando estoy rodeado de gente moza, porque vivo en una aldea con once personas, todas mayores».
Colas desde la madrugada en Santiago para poder entrar en «Gran Hermano»
Numerosos jóvenes acuden al NH Obradoiro para participar en el cásting del «reality». Algunos ya se han presentado más de diez veces
La mayoría de los que han respondido a la llamada de la promotora del programa son jóvenes. Algunos no es la primera vez que intentan entrar en Gran Hermano y, en esta ocasión, han decidido poner toda la carne en el asador y dar la nota ya incluso en la cola. Uno de ellos es Juan Gimel, de Vimianzo, que reconoce que es el «decimotercero o decimocuarto cásting» al que se presenta. «Me encantaría estar en la televisión, me gusta ser conocido», subraya Gimel, que apareció en la prueba con un atuendo muy llamativo. «Como ya vine de mil formas normales, este año decidí venir vestido de gala, con mis ropas de los domingos, a ver si arraso», ironiza el aspirante gallego.
También hay quien el cásting le ha pillado por sorpresa en Santiago. Este es el caso de Manuel, originario de Barcelona y de vacaciones en la capital gallega. Tras hacer cola desde las 08.00 horas destaca enigmático que se presenta «por varios motivos».
Muchos de los aspirantes, sean veteranos o no en esto de las pruebas, tienen confianza en poder entrar en la decimoctava edición del reality. «Creo que debo entrar para tener un cambio. Voy a ser muy simpática, la gente se va a reír mucho, mucho conmigo», avanza otra de las jóvenes presentes en la prueba de Santiago.
La organización del programa ha declinado explicar los detalles del cásting, y tampoco han accedido a comentar ninguna información sobre el programa.
