Rubi Lemos, jugador compostelano del Inter de fútbol sala: «Perder una final es muy duro, pero no hay tiempo para lamentarse»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

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Cedida

«Seguiré jugando mientras tenga esta misma ilusión y el físico me respete», señala el ala de 35 años

13 feb 2023 . Actualizado a las 19:27 h.

Rubén Lemos Mariño, Rubi (Santiago, 1987), nació deportivamente en las categorías inferiores del desaparecido Santiago Futsal (antes Lobelle). En el curso 2008-09 ascendió al primer equipo, en donde mostró su gran talento durante cuatro temporadas. Luego se fue al Ribera Navarra para jugar seis cursos. Sus siguientes pasos antes de firmar con el Inter en diciembre fueron el Parrulo de Ferrol (una temporada) y el Levante (tres campañas). Este fin de semana disputó en Granada la final de la Copa de España con el conjunto madrileño, aunque el título se lo quedó el Jaén al ganar en el encuentro cumbre por 3-1. Con 35 años, el ala compostelano no piensa en la retirada, quiere seguir disfrutando de su deporte favorito.

—¿Decepcionado por quedarse a las puertas del título en la Copa de España?

—Teníamos un gran reto por delante y que nos íbamos a encontrar con rivales muy duros en el camino. Llegamos a la final con el Jaén, pero no pudimos levantar la copa. Tuvimos una gran semifinal y dejamos fuera al Barça, que es el líder destacado de la liga. Pasaron 24 horas de la final y las sensaciones son malas. Es muy duro perder, pero no hay tiempo para lamentarse. En un par de días tenemos un partido muy importante de liga y luego una eliminatoria decisiva de la Copa del Rey para acceder a otra final a cuatro. No podemos quedarnos en lo que pudo ser. Hay que levantar la cabeza ya.

—¿Era favorito el Jaén?

—En estas competiciones no hay nunca favoritos. El Jaén casi jugaba en casa y era el equipo más en forma. La final estaba muy igualada y se la llevaron ellos. El partido se decidió por pequeños detalles, pero no podemos mirar hacia atrás. Hay que seguir trabajando para poder disputar nuevas finales y conseguir títulos. Teníamos muchas ilusiones puestas en este torneo. El objetivo del grupo y, por supuesto el mío, era regresar a casa con el trofeo.

—Ahora toca pensar en la liga.

—El Inter es un club con la máxima exigencia, obligado a ganar siempre. Tenemos que mirar hacia adelante porque tenemos ahora partidos muy importantes para nuestro futuro. Debemos pensar también en la liga, aunque es cierto que hay rivales un poco distanciados, como Barça, Jaén y Palma Futsal. Hay que ir día a día y coger buenas sensaciones.

—¿Su fichaje por el Inter es el premio a su larga trayectoria en el fútbol sala español?

—Llevo muchos años jugando y firmar con el Inter me hace sentir como si empezase ahora de nuevo en este deporte. Estoy muy feliz y contento. Llegar a este equipo es para mí una gran responsabilidad. Quiero seguir mejorando y aprendiendo en el mejor club del mundo.

—¿Cómo se sintió cuando recibió la llamada del Inter?

—Nunca me planteo objetivos concretos. Me gusta ir paso a paso y dar lo mejor de mí en cada entrenamiento y en cada partido. En los últimos años creo que jugué a un buen nivel y está claro que no podía dejar escapar la oportunidad de firmar en este gran club. Es para mí un reto muy ambicioso. Lo único que quiero es seguir disfrutando del fútbol sala. Considero que me vino muy bien el cambio. Estuve unos años muy felices en Valencia, pero me siento contento por dar este paso al frente. Llegar al Inter es un motivo de felicidad y lo afronto cada día con la intención de mejorar rodeado de grandes compañeros y en un excelente club.

—¿El Inter es un club diferente?

—Tan pronto pones un pie en este club ya te das cuenta del sitio en el que estás. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a los equipos a los que defendí durante estas temporadas. Fui siempre muy feliz, pero llegué ahora al club más grande.

—¿Su fútbol sala tiene fecha de caducidad?

—Hasta ahora nunca me planteé la posibilidad de retirarme. Físicamente estoy muy bien. Soy muy exigente conmigo mismo y no me pongo una fecha para dejarlo. Mientras mantenga esta misma ilusión y el físico me respete, seguiré practicando este deporte. Somos unos privilegiados por hacer lo que realmente nos gusta. Soy muy crítico conmigo mismo y sabré el momento en el que tendré que dejarlo. En lo único que pienso es en seguir creciendo y en dar el mejor nivel cada día de la semana.

«El Rubi de hoy no podría haber llegado hasta aquí sin el Santiago Futsal»

Rubi Lemos ganó la Supercopa de España con el equipo de su ciudad. El compostelano tiene muchas ganas de levantar títulos ahora con el Inter FS.

—Mientras usted disfruta de este deporte, Santiago ya no tiene fútbol sala de élite.

—Pensé en eso muchas veces. Hablo con gente muy cercana a mí y que estuvo en el Lobelle y en el Santiago Futsal. Se respiraba un gran ambiente en la ciudad y es una pena que se haya acabado. El Santiago Futsal era un espejo para otros equipos y ojalá pueda volver a repetirse la historia. Me encantaría. Hay que aprender de los errores para volver a ver fútbol sala en la capital gallega.

—¿Volveremos a ver fútbol sala de primer nivel en Santiago?

—Un gran proyecto no se hace de un día para otro. Es necesario empezar de cero y hacer un club serio, como le está pasando al Noia, que lo está haciendo muy bien y poco a poco se va consolidando en la élite. Ojalá en Santiago podamos disfrutar de nuevo de un fútbol sala de élite.

—Ya hace muchos años del canterano Rubi.

—Fueron momentos increíbles. Aprendí mucho de entrenadores increíbles, que pusieron las primeras piedras para lo que vino después. El Rubi de hoy no podría ser sin el Santiago Futsal. Fueron años de muchísimo aprendizaje. Disfrutábamos. Teníamos un equipo muy comprometido, que durante varios años realizó grandes cosas. Éramos un gran grupo y tengo un recuerdo enorme de aquella época.

—Se pasó media vida fuera de su ciudad.

—Llevo muchos años fuera, pero soy un fiel defensor de mis raíces, de mi ciudad, de mi gente. Estoy enamorado de Galicia y, por supuesto, de Santiago. La familia y la tierra siempre tiran.