San Pedro, el jolgorio que no cesa en la entrada del Camino Francés en Santiago

CLARA ARIAS / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

DANIELA YANES

El Código de Boas Prácticas del Concello no cala entre peregrinos y turistas, que siguen bajando por la calle cantando y en bici por dirección prohibida

27 mar 2024 . Actualizado a las 21:03 h.

Pese a que el Código de Boas Prácticas impulsado por el Concello de Santiago hace menos de un mes pretendía erradicar los actos incívicos que se están produciendo en la ciudad relacionados con la actividad turística, sobre todo en el entorno de la Catedral y en la entrada del Camino Francés por San Pedro, en este barrio no ha surtido efecto. «No ha cambiado nada. Los peregrinos siguen bajando en grupos grandes con música. A los vecinos a veces nos llaman al timbre y nos cogen cosas del buzón. Y los ciclistas bajan a toda velocidad en dirección contraria», denuncia Luís Torrealba, vecino y trabajador en San Pedro.

El documento que Raxoi lanzó en gallego, español e inglés está publicada en múltiples soportes —las páginas web de Turismo y el Concello, y sus redes sociales— y disponible en las oficinas de turismo municipales y autonómicas, así como en el aeropuerto, autobuses, mupis urbanos de información y de una veintena de parques, además del despliegue de personal para informar a pie de calle y carteles en albergues y alojamientos próximos a Santiago. Pero, al menos de momento, parece que esta llamada a la buena convivencia entre vecinos y turistas ha sido en vano, porque la realidad en la Rúa de San Pedro es que los vecinos continúan sufriendo las malas conductas de los peregrinos. «Siguen trayendo palos del monte y los dejan por ahí tirados y arman un barullo impresionante por la mañana», constata Lucas, también residente en la calle.

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En un espacio de diez minutos se puede llegar a contar una decena de ciclistas circulando a gran velocidad y en sentido contrario, algo que preocupa especialmente a los vecinos. «Tengo una niña pequeña y me da miedo que la atropellen con la bicicleta en un descuido, porque no da tiempo a reaccionar con lo rápido que van», denuncia Torrealba. Consciente de estos desmanes, el Concello se comprometió a sancionar a aquellos que circularan en bicicleta en dirección prohibida, una vez que se señalizara correctamente el inicio de la calle para informar a los peregrinos. Pero esas situaciones se siguen repitiendo a diario. «No hay nadie vigilando que no bajen con la bicicleta y hasta que no se ponga mano dura avisando o incluso multando, creo esto no va a cambiar», lamenta Lucas.

DANIELA YANES

Piden presencia policial

Aunque vecinos y comerciantes coinciden en que la mayoría de los peregrinos continúan incumpliendo la normativa, algunos sí que parecen haberse concienciado. Estos días se ha podido ver a ciclistas caminando por la cuesta de la Rúa de San Pedro con la bicicleta a su lado, en vez de montados en ella, aunque, advierten, «no es suficiente, ni creo que lo vaya a ser solo con carteles. Necesitamos a la policía haciendo guardia». Además, muchos grupos numerosos pasan conversando en un tono de voz normal y adecuado. «Agradecemos que haya gente consciente de la situación y que respete las normas. A ver si el verano que viene esto se generaliza y dejamos de tener problemas», sentencia Lucas.