Polideportivos

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago arrastra desde hace mucho un problema de insuficiencia de equipamientos deportivos y de graves deficiencias de los existentes al que las Administraciones no están prestando la atención necesaria. Lo vienen denunciando con insistencia los clubes que mantienen el deporte base en la ciudad en las más diversas disciplinas y desde las edades más tempranas, que se las ven y se las desean para desarrollar con cierta normalidad sus programas de entrenamiento y competiciones. Se da el caso de equipos que compiten en categoría nacional que tienen que emigrar al menos una vez por semana a concellos limítrofes en busca de pabellones polideportivos disponibles para poder entrenarse, porque en los de la capital los que están operativos tienen overbooking y otros están infrautilizados debido a sus pésimas condiciones. Entre estos últimos sobresale el caso del pabellón universitario del Campus Vida, propiedad de la USC y que podría dar un excelente rendimiento a las entidades deportivas de la ciudad además de a los usuarios universitarios. Sin embargo, sus gravísimos problemas de condensación y filtraciones de agua han obligado a cerrarlo la mitad de los días de este curso y a aplazar más de cien partidos de ligas universitarias. Las instalaciones deportivas de la USC dan servicio a unas ocho mil personas, no solo universitarias, pero podrían ser muchas más si la institución académica tuviese el apoyo de otras Administraciones para poder reformarlas y mantenerlas en el mejor estado, como ocurrió el pasado año con las pistas de su estadio de atletismo, donde confluyeron la Xunta, la Diputación y el Concello. Por cierto, un estadio que actualmente tiene cerrada su grada por riesgo de desprendimientos de la cubierta. Mientras, dos recintos centrales y tan utilizados en la red municipal como son el pabellón de Vite y el complejo deportivo de Santa Isabel, están a la espera de la ejecución de fuertes inversiones para su rehabilitación, más de 4 millones de euros en total, y eso que el 75 % proviene de fondos Next Generation y, por tanto, tiene caducidad. La obra de Vite ya está adjudicada, pero pronto volverá la lluvia y los esforzados deportistas tendrán que ganarle la partida a las goteras.