El Concello de Santiago rechaza el párking de 1.200 plazas de la Xunta para el Hospital Clínico y reclama una solución integral

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Raxoi apuesta por un plan que inserte el hospital en el entorno urbano y deja a disposición de la Xunta llevar a cabo su propuesta, aunque sin su apoyo económico

05 mar 2024 . Actualizado a las 19:39 h.

La solución al caos que se vive a diario a las puertas del Hospital Clínico de Santiago no se resolverá pronto. Un nuevo giro de guion, el enésimo, se dio desde el Pazo de Raxoi, donde la regidora, Goretti Sanmartín, rechazó de plano el aparcamiento en altura que propone la Xunta —de 1.200 plazas, 20 millones de euros y contiguo al edificio sanitario— y reclamó una solución integral a un problema que «non podemos reducir unicamente a facer o párking. Cal vai ser a súa accesibilidade e a integración desa contorna dunha maneira racional? Debe ir todo nun mesmo paquete».

La alcaldesa hizo pública la propuesta de convenio que remitió este lunes a las consellerías de Sanidade e Infraestructuras, a las que presentó un plan que contempla la aprobación de un Proxecto de Interese Autonómico (PIA) cuyo objetivo sería resolver el caos viario e integrar en el entorno urbano los hospitales Clínico, Gil Casares y el Centro de Protonterapia de Galicia. Insistió en que la zona donde está previsto el párking de la Xunta «ten a súa edificabilidade esgotada» y abogó por construirlo en la parcela del CiMUS: «A 150 metros do hospital».

Completar la rotonda entre Volta do Castro y la Travesa da Choupana —principal vía de entrada al complejo sanitario— es otro de los objetivos de Raxoi, que se compromete a abonar el 20 % del presupuesto de todas las obras que se encuentren fuera de la parcela que pertenece al Servicio Galego de Saúde (Sergas). Esa es la constatación de que el ejecutivo de BNG y Compostela Aberta (CA) se niega a abonar los 3,5 millones de euros que le pide la Xunta para cofinanciar el párking en altura, aunque no se cierra a que lo haga sin su ayuda. «Pode activar mecanismos para facelo dentro da súa parcela, e dende o Concello facilitaríanselle», precisó Sanmartín.

La realidad es que el gobierno autonómico necesita el visto bueno de Raxoi para poner en marcha el PIA, de ahí que, si quisiera construir el aparcamiento de 1.200 plazas, tendrá que llegar a un acuerdo con el equipo de Sanmartín, que mantiene que el convenio entre ambas instituciones debe contemplar, sí o sí, la humanización e integración de todo el entorno, cuestión que consideran complementaria y tan importante como resolver el déficit de plazas de aparcamiento.

La respuesta

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, criticó ayer el convenio que recibieron por parte Raxoi, afirmando que el Concello «renuncia á oportunidade de mellorar a mobilidade no entorno. Recibimos con sorpresa a resposta negativa á proposta que lles envíamos en xaneiro, que incluía a creación de 1.200 prazas de aparcamento integradas no propio ámbito hospitalario e a extensión do saneamento cara os núcleos rurais»«A proposta formulada pola Xunta é eficaz, viable e asumible. Pensamos que o lóxico é que o proxecto debe ser froito de consenso. Non comprendemos esta negativa», cerró la conselleira.

Sobre la cuestión también se pronunció la concejala del PSdG-PSOE Mercedes Rosón, que consideró el texto «un primeiro paso para reconducir as relacións entre Xunta e Concello». Recordó que PSOE, BNG y CA aprobaron en noviembre una moción para instar al ejecutivo gallego a acometer una solución integral y dijo que la Xunta «é quen ten que financiar un aparcadoiro que queren situar nunha parcela da súa exclusiva propiedade». Sin visos de acuerdo, la pelota vuelve al tejado de la Xunta, que deberá reformular una contrapropuesta al último giro de guion enviado desde la Praza do Obradoiro.