El Concello de Santiago cierra la sala Malatesta y la gerencia contraataca: «Cumplimos coa legalidade, se nos queren botar que nos indemnicen»

SANTIAGO

Imagen de archivo de la entrada de la sala
Imagen de archivo de la entrada de la sala XOAN A. SOLER

Raxoi realizó mediciones en una vivienda del barrio de San Lourenzo que superaron los decibelios permitidos y que motivaron la emisión de la orden de cierre inmediato

21 mar 2024 . Actualizado a las 17:12 h.

Nuevo episodio entre el Concello de Santiago y la sala Malatesta, ubicada en pleno corazón del barrio de San Lourenzo. Ocurrió el viernes, sobre las 23.00 horas, en plena jornada laboral, cuando recibieron la orden para el cierre inmediato del establecimiento. ¿El motivo? Las mediciones de ruidos realizadas por Raxoi en varios domicilios situados a pocos metros del local mostraron que se estaba excediendo el límite legal de decibelios.. «Cumprimos coa legalidade, se nos queren botar que nos indemnicen», apuntan desde la gerencia del negocio, que consideran que el informe de Urbanismo es completamente «irregular. Estamos noqueados. Xa entregamos as lecturas do sonógrafo que fixemos nós e que marcan que cumprimos coa legalidade».

En un comunicado hecho público a través de sus redes sociales, la gerencia explica que desde principios de año los controles por parte de la policía en el exterior del local se fueron haciendo cada vez más habituales. Confirman que no tienen ningún pero, pero afirman que también se les obligó a hacer dos mediciones con un sonómetro, que tuvieron un coste de unos 700 euros cada una y que pasaron con éxito. Sobre los estudios realizados por Raxoi que motivaron el cierre del local, destacan que «consideramos, por diversos motivos, que esta medición da que non notificaron nin deixaron constancia é totalmente irregular. Atopámonos nunha situación de total indefensión».

La gerencia entregó también un nuevo estudio acústico de la sala que está en orden con los parámetros que marca la licencia, por lo que «pediremos a nulidade das medidas comunicadas polo Concello e procederemos, institucional e xudicialmente, a demandar todas as irregulares que estamos a sufrir desde que este local comercial ten concedida a licenza de apertura».

Critican que han pasado nueve años desde el inicio del proyecto y que se han ido encontrando, continuamente, con obstáculos: «Que non deran a licenza nun principio. Se nos queren botar que nos indemnicen. Hai unha inversión de miles e miles de euros. Despois do incendio estivemos dous meses pechados e tivemos que facer de novo probas que xa tiñamos feitas. É un desgaste continuo. É un queime. Están intentando afogarnos». Confirman que del negocio dependen 11 familias, así como proveedores, promotores culturales y artistas: «É imposible entender esta desfeita».

La versión de Raxoi 

Iago Lestegás, concejal de Urbanismo, explicó los motivos que llevaron a Raxoi a ordenar el cierre del establecimiento: «O Concello recibiu varias denuncias de residentes da zona na que sitúa a sala que pedían que se realizasen medicións acústicas». Confirma que esos test fueron desfavorables a la sala Malatesta, ya que «determinaron que se superaron os niveis de ruído permitido, tanto no interior de domicilios como no ambiente exterior». Destaca que «o que procede, porque é obrigatorio, é suspender a súa actividade ata que se corrixan as deficiencias que poidan estar causando esta situación». «Sentimos o prexuízo para a sala, non son medidas fáciles nin gratas para que as adopta, pero estamos obrigados a cumprir a lei», cerró. 

Vecinos denunciaron vibraciones, ruidos y basura

No fueron pocos los vecinos del barrio de San Lourenzo, agrupados bajo el paraguas de la asociación Río Sarela, los que denunciaron la situación que llevaban sufriendo en relación a la sala Malatesta. Explicaron que no solo se trata de una cuestión de ruido y contaminación acústica nocturna, sino que los problemas también se registran en la calle, donde los responsables del establecimiento no tienen competencia. Es allí donde afirman que se suceden peleas, gritos y se acumula basura, lo que motivó que la entidad hiciera un llamamiento para unificar todas las denuncias y presentarlas en Raxoi.

Sobre el ruido, fueron varios los residentes en el barrio los que explicaron que incluso llegaron a sufrir vibraciones dentro de sus viviendas, haciendo imposible el descanso y planteándose vender sus propiedades para escapar de la zona. La situación no es exclusiva de los vecinos de San Lourenzo, ya que residentes en el Ensanche y en el casco histórico también han denunciado en múltiples ocasiones los problemas que tienen para dormir, sobre todo los que se encuentran en zonas donde hay locales de ocio nocturno.