La comisión del Peleteiro quiere menos comercio y más viviendas en la parcela

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Proyección del acuerdo que negoció el gobierno socialista en el anterior mandato y que no salió adelante por falta de acuerdo político en Raxoi
Proyección del acuerdo que negoció el gobierno socialista en el anterior mandato y que no salió adelante por falta de acuerdo político en Raxoi CEDIDA

Raxoi, comerciantes y vecinos fijan una «posición de cidade» para pedir la intervención del Gobierno para que se abra una nueva negociación

19 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento quiere abrir un nuevo proceso negociador con la Sareb que evite que la entidad propietaria de la parcela del Peleteiro acabe desarrollando el proyecto para el que ha pedido licencia. Y ha visto una posibilidad en las recientes declaraciones de la ministra de Vivienda de que la Sareb debe ser un instrumento al servicio de las políticas de vivienda. Fracasadas las negociaciones de los últimos meses con la entidad para reorientar ese proyecto en la línea que se vino planteando en los dos anteriores mandatos (rebajar la edificabilidad general y el uso comercial en favor del residencial), Goretti Sanmartín se agarra ahora a ese clavo para buscar una última oportunidad.

El día 10 tiene cita en Madrid, donde ha pedido reuniones con los ministerios de Hacienda y Vivienda para que medien a favor de traer de nuevo a la Sareb a la negociación y buscar una solución que convenza en la ciudad. Sanmartín llegará a la capital con «un posicionamento de cidade», ya no solo de gobierno, para que se abra esa posibilidad. Porque, «formular conxuntamente unha posición de cidade», además de fijar que cualquier solución debe contar con la anuencia de la propiedad, es lo que decidió ayer la comisión del Peleteiro, que reúne al gobierno, grupos políticos y entidades sociales relacionadas con la zona.

La comisión coincidió en la necesidad, expuso Sanmartín, de «mirar cara adiante e de formular conxuntamente unha posición de cidade» en busca de un acuerdo con la propiedad en torno a tres cuestiones esenciales: que se rebaje la edificabilidad del ámbito, que se prime el uso residencial sobre el comercial, que impera en el proyecto actual, y que se mejore la reordenación para que la calle que se plantea ahora sea una plaza.

La alcaldesa sostiene que si el Gobierno «está realmente coas políticas de vivenda» y con que la Sareb es una herramienta al servicio de estas, tiene una ocasión de demostrarlo en Santiago. Ahí ve una «porta entreaberta, pequena, pero que imos intentar abrir». Y a ella fía cualquier posibilidad. Con la licencia en marcha y la actual negativa de la Sareb, «temos que ir a unha solución extraordinaria» y esa es «que haxa unha implicación real do Goberno do Estado coa política de vivenda».

Sanmartín entiende que se podría conseguir un acuerdo «en pouco tempo» porque «hai xa distintas alternativas enriba da mesa». Los representantes de las dos entidades comerciales presentes en la comisión salieron de la reunión con la idea, sin embargo, de que esos cambios se planteaban sobre el proyecto que se está licenciando ya. En cualquier caso, dejaron claro que se debe actuar cuanto antes sobre la parcela y rechazaron culpas colectivas. «Esto fue un fracaso político», dijo Delmiro Prieto, de Santiago Centro, en línea con la opinión de José Antonio Seijas, de Comercio Punto Compostela, después de que la alcaldesa lamentase la « frustración por non ter sido capaces colectivamente de solucionar esta cuestión con anterioridade».

PP y PSOE dejaron claro también que no admitían la «socialización» del fracaso de esas negociaciones. «La frustración puede ser compartida, pero el fracaso no», dice José Antonio Constenla (PP), quien además acusó de «cinismo a CA y BNG reclamando ahora lo que rechazaron hace meses», dijo en alusión a la propuesta del PSOE, formación esta que se felicitaría si se llegase a un acuerdo con el Estado, aunque Mercedes Rosón dice que «tampouco se deben utilizar e xerar expectativas para tapar decisións políticas oportunistas e nefastas para o interese público». La socialista indicó que tendrán total colaboración de su grupo si se llega a alguna solución con el consenso de la propiedad, porque, sin ella, seguramente habría que hacer «fronte a indemnizaciones millonarias».

Para el exalcalde Xosé Sánchez Bugallo, que no se respaldase su proyecto «foi unha enorme irresponsabilidade» y recordó que ya había advertido del riesgo que se corría.