Un concejal del PP de Ames dimite tras un positivo por alcoholemia

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Santiago Amor (izda.) tuvo que hacer frente en una semana a las dimisiones de Eugenia Martín (centro) y de Bernardo Moar(dcha.)
Santiago Amor (izda.) tuvo que hacer frente en una semana a las dimisiones de Eugenia Martín (centro) y de Bernardo Moar(dcha.) XOÁN A. SOLER

Su renuncia se produce un día después del abandono de otra edila, lo que deja al gobierno local con tres personas en una corporación de 21 miembros

04 mar 2015 . Actualizado a las 18:49 h.

Bernardo Moar Míguez, concejal electo del Partido Popular de Ames (29.975 habitantes), dimitió ayer de todos sus cargos en el grupo de gobierno presidido por Santiago Amor y renunció al acta de concejal después de que el pasado fin de semana, durante un control rutinario de la Policía Local de su propio municipio, diese positivo en una prueba de alcoholemia.

Su dimisión se produjo poco después de salir de los juzgados de Santiago y reconocer abiertamente que había cometido una falta incompatible con su continuidad en el cargo. «Esa non é a conduta exemplar dun representante público», plasmó en su escrito oficial de renuncia, un documento en el que también pide «perdón» a los vecinos de Ames por el incidente, que considera un «erro» por el que debe asumir sus consecuencias porque, concluye, «no momento actual, dos representantes públicos se esixe exemplaridade».

Bernardo Moar, además de portavoz del grupo de gobierno, asumía las competencias en materia de Comercio, Promoción Económica, Traballo, Turismo, Educación y Servizos Complementarios (programas de conciliación) y disponía de una retribución parcial de 31.321,49 euros brutos anuales.

Su marcha no es un abandono cualquiera ya que, veinticuatro horas antes, otra compañera de gobierno, Eugenia Martín Vicente, dimitió de todos sus cargos y también renunció al acta, en su caso sin explicar el porqué de su decisión. Martín, además de primera teniente de alcalde, era la responsable de los departamentos de Medio Ambiente, Sanidade, Cultura, Deportes y Benestar Social y tenía asignada una retribución bruta de 44.744,99 euros.

Un gobierno de tres

Ambas renuncias suponen un serio revés para el gobierno amiense y para el PP, partido que llegó a la alcaldía del concello más pujante del área metropolitana de Santiago con una mayoría absoluta de once concejales en una corporación de 21 representantes. Y ahora, Santiago Amor debe afrontar la recta final del mandato con un exiguo gobierno, ya que el regidor solamente dispone del apoyo de dos concejales, Alfredo Taboada y Ana Ruso, ya que para sustituir a los dimisionarios serán necesarias varias semanas de trámites.

Para explicar esta sangría popular hay que remontarse a la primavera del 2012, cuando el mandato de las corporaciones municipales no había cumplido ni un año. En ese momento, comenzaron a trascender las primeras fricciones en el grupo de gobierno por el trabajo de Amor.

Una ruptura anunciada

El primer síntoma fue la renuncia del concejal de Cultura, Alfonso Rey. A renglón seguido, y cuando el PP presentaba los presupuestos municipales, tres miembros del ejecutivo se ausentaron, por lo que el alcalde retiró las cuentas del debate antes de que la oposición pudiese presentar enmiendas. La tensión fue en aumento y meses después fueron seis concejales los que escenificaron estas desavenencias, acusando al regidor de no tener en cuenta ninguna de sus propuestas y de no prestar la atención debida a Ames. Él lo negó.

La fractura llegó en enero del 2013, después de que Santiago Amor cesase de todos sus cargos a su número dos, Ramón Argibay, por desavenencias internas y por «pérdida de confianza».

Y como un resorte, cinco concejales del Partido Popular hicieron las maletas para viajar con Argibay pero sin abandonar el barco, por lo que crearon un grupo no adscrito con seis representantes, dejando al PP en minoría.

El rosario de dimisiones no terminó ahí, y antes de tomar las uvas del 2014 el PP perdía a otra concejala, Carmen Verde Leboráns, una histórica del partido por cuanto fue la primera mujer electa en la corporación amiense. Verde, como en un primer momento afirmó el grupo de Argibay, negó desavenencias internas, pero su abandono provocó un susto al ejecutivo popular, ante el temor de que su sustituto en la lista pudiese emparentar con el grupo de Argibay. Finalmente no fue así y la nueva edila, Ana Ruso, tomó posesión el pasado 27 de febrero, cuatro días antes de que Eugenia Martín dijese adiós a su actividad política.

Ante estas circunstancias, y tras afirmar el lunes que la renuncia de Eugenia Martín obedecía a razones personales, Santiago Amor ha reconocido que la dimisión de Bernardo Moar supone todo un «contratiempo», aunque valoró positivamente que el concejal renunciase a todos sus cargos tras el incidente. «Es algo que le honra», dijo tras elogiar su dedicación y trabajo. Y mientras el relevo de ambos no llega, el alcalde señala que la opción que le queda a su equipo es «trabajar, trabajar y trabajar el tiempo que sea necesario».

Ni hablar de renuncia

Mientras en el entorno del Partido Popular comienza a cobrar fuerza la posibilidad de que Santiago Amor no sea finalmente cabeza de cartel en las próximas elecciones municipales en Ames, el regidor insiste en que «en ningún momento me ha pasado por la cabeza abandonar», ya que considera que «el Partido Popular tiene mucho que decir de su gestión en Ames, un trabajo en el que con pocos medios económicos y también humanos hemos dado respuesta a las demandas de los vecinos».