Reparar el cementerio de Ames costará 250.000 euros y tardarán tres meses

Emma ARaújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Álvaro Ballesteros

Nueve firmas participaron en el concurso para subsanar las deficiencias del recinto

08 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Ames ha concluido el procedimiento administrativo para contratar las obras de reparación y acondicionamiento del cementerio municipal. Este recinto funerario está cerrado desde el año 2011 tras un largo proceso de construcción que arrancó con los trabajos de dos talleres de empleo pero que en gran medida fue construido con fondos del Plan E, que aportó una inversión de casi dos millones de euros.

El precio base de licitación del proyecto para su puesta a punto fue 346.000 euros, procedentes en buena parte de los fondos del Plan de Aforro e Investimento (PAI) de la Diputación.

Pero el importe que tendrá que abonar el Ayuntamiento será de casi cien mil euros menos, ya que, según consta en la documentación del expediente publicada en el Perfil del Contratante del Concello de Ames, la mesa de contratación se decantó por la propuesta elaborada por la empresa Copcisa, cuya oferta económica bajó a 208.299,13 euros, cantidad a la que hay que añadir el 21 % de IVA, que supone 43.742,82 euros más.

La firma adjudicataria se compromete a terminar las obras en un plazo estimado de tres meses, pero la cuenta atrás no comenzará hasta que termine todo el procedimiento administrativo, que aún sigue en marcha.

De hecho, en estos momentos el Ayuntamiento de Ames está a la espera de que la firma adjudicataria aporte toda la documentación para que la Xunta de Goberno Local pueda aprobar la adjudicación de estas obras. Tomado ya el acuerdo entre ambas partes, la empresa adjudicataria tiene un plazo para firmar el contrato con el Concello y proceder a levantamiento del acta de replanteo.

El recinto funerario tiene 2.116 sepulturas y múltiples deficiencias

El municipio de Ames es el único del área de Compostela, salvo Santiago, que por ley debe disponer de un recinto funerario público al superar los veinte mil habitantes. Por este motivo el Concello promovió la construcción de un cementerio con 1.976 nichos divididos en panteones, reservando también espacio para 55 tumbas bajo tierra. Las deficiencias en las obras ya eran evidentes nada más terminar los trabajos (de hecho provocaron un proceso judicial entre el Concello y la constructora), pero el paso del tiempo con el recinto cerrado agravó un deterioro que el proyecto recientemente aprobado paliará solo en parte, si bien permitirá la apertura de un servicio que ya tiene demanda.