A solo 15 kilómetros de Santiago, el área recreativa de Ames acoge cada día a cientos de personas
23 jun 2017 . Actualizado a las 10:34 h.Las altas temperaturas empiezan a dar un respiro a los compostelanos, pero aún es preciso buscar refugio junto al agua, y muchos optan por recorrer los 15 kilómetros entre Santiago y la playa fluvial de Tapia (Ames) para darse un refrescante chapuzón en las aguas del Tambre.
Esta área recreativa fue durante muchos años la única playa fluvial próxima a Compostela y, aún hoy, pese a que otras áreas de baño fluvial están más cerca de la capital, Tapia sigue estando entre las favoritas de los vecinos de Santiago y alrededores.
Esta playa fluvial está situada en uno de los entornos más tranquilos del Tambre, en el municipio de Ames, y cuenta con varios espacios habilitados para el chapuzón en el río. Las zonas de baño están protegidas por diques artificiales y naturales que evitan que los bañistas puedan quedar atrapados en las aguas menos seguras del cauce. Junto a la casa del antiguo molino hay una pequeña área de baño, que es más utilizada por quienes carecen de destreza a la hora de nadar.
El área fluvial es muy utilizada para la práctica del deporte del piragüismo, y de hecho varios deportistas entrenan en las aguas del Tambre durante todo el año. En una de las edificaciones anexas a la playa, junto al ámbito del aparcamiento, los clubes de piragüismo guardan sus embarcaciones y otros equipos.
Piscina infantil
Entre las instalaciones del área recreativa de Tapia destaca una pequeña piscina, fuera del río, para uso de los niños y que cuenta con servicio de socorrismo durante toda jornada de apertura de la playa fluvial. Tanto la zona de baño en el cauce como la piscina infantil están cuidadas y limpias. También el césped próximo al río y los espacios que rodean la cafetería, mesas y barbacoas, presenta un aspecto impecable. La playa fluvial dispone de cafetería y restaurante y de aseos y vestuarios para uso de los bañistas.
Los que acuden a Tapia no lo hacen solo por el río, sino también por el área recreativa dotada con mesas y barbacoas. Todos los días es habitual encontrar a numerosos grupos de amigos y familias preparando alimentos en las parrillas. Y a diferencia de lo que ocurre en otras zonas recreativas visitadas recientemente, la zona está perfectamente recogida y limpia, y los restos de alimentos no quedan en bolsas fuera de los contenedores.
Accesos y aparcamiento
Aunque reconocen que el aspecto general del área recreativa es impecable, sus usuarios reclaman una solución para los accesos y el aparcamiento de la playa. Debido a la gran afluencia que registra la zona, en la mayoría de los días de verano el espacio del párking se queda pequeño para acoger todos los coches.
Ante la falta de espacio en el ámbito, muchos son los conductores que dejan sus vehículos en parte de la estrecha pista que da acceso a la playa fluvial, impidiendo el paso de dos coches al mismo tiempo, lo que provoca un caos en la circulación.
Por otro lado, el suelo en tierra del aparcamiento genera otro problema. En días de viento se levanta una fuerte y molesta polvareda que suele invadir el espacio de la piscina y que incluso afecta a parte del área verde donde se hallan las barbacoas.