Elaboran con leche una réplica a tamaño real de la escultura de la tradicional «queixeira» de Arzúa

De base, 1,7 por 1 metro, y de alto, 2,10 metros. Son las medidas de la queixeira esculpida en piedra que recibe en la plaza principal de Arzúa. Y desde hace días también las de una efímera réplica que han elaborado con motivo de la celebración, el próximo fin de semana, de la Festa do Queixo. Será entonces cuando pueda verse la figura que han elaborado en Queixería Barral con 7.500 litros de leche, de los que sale una pieza de queso de casi 700 kilos.

La réplica en tamaño real de la queixeira de Arzúa se encuentra ahora mismo «en salmoeira» o, lo que es lo mismo, sumergida en una cuba de agua con sal, dentro de una cámara frigorífica «para que entese a pasta e para que a cortiza de fóra endureza, colla consistencia», explica Juan Carlos Barral, gerente la quesería arzuana donde se le ha dado forma a una propuesta en la que, según cuenta, le llevaban insistiendo hace años Víctor Gómez y José Manuel Fernández, directivos del club de fútbol CSD Arzúa.

Y entre unos y otros se pusieron manos a la obra para elaborar una réplica en queso de la figura en piedra que en su día esculpió el compostelano Fernando García Blanco. Lo hicieron dentro de un molde en impresión 3D, hecho por módulos, que encargaron a una empresa gallega que invirtió unas 2.500 horas de trabajo. Del cesto con quesos que la estatua tiene a sus pies se ha hecho igualmente su réplica en queso y también se encuentra en proceso de curación, mucho menos complejo por tratarse de una pieza notablemente más pequeña que la figura humana. De esta, ya tienen un pequeño adelanto del trabajo y es del todo satisfactorio.

El busto en queso de la tradicional queixeira ya ha sido descubierto y el resultado de toda la pieza se conocerá el jueves. Ese día se retirará todo el molde y, de nuevo, a la cámara frigorífica para que coja color. Hasta que el sábado se presente en la Festa do Queixo.

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