La nieve llegó a Terra de Melide y Arzúa

m. mosteiro / N. R. noguerol SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

Marisa Mosteiro

La suspensión del transporte escolar complicó el tráfico en el centro de Santiago

24 mar 2017 . Actualizado a las 23:01 h.

Los vecinos de Melide, Toques, Santiso, Boimorto y Arzúa fueron los únicos que ayer pudieron disfrutar de la nieve a pie de puerta. En el resto de concellos del área de Santiago, los que quisieron recrearse con el paisaje nevado tuvieron que viajar varios kilómetros o conformarse con verla caer y deshacerse al contactar con el suelo, como ocurrió en la zona de San Marcos, en Compostela. En Terra de Melide y la comarca de Arzúa, donde nevó de forma constante durante toda la noche, los vecinos se levantaron con la sorpresa de ver sus calles y plazas cubiertas de una capa cuyo grosor varió según las zonas. La nieve obligó a suspender las clases en los centro escolares de Melide, Toques y Santiso, debido a las dificultades para circular por las calles y carreteras. La AC-840 (Betanzos-Agolada), la vía autonómica que utilizan los vecinos de Melide y Arzúa para sus desplazamientos hacia A Coruña, estuvo cortada durante la mañana por la acumulación de nieve y hielo en la calzada.

En la villa de Arzúa, sus habitantes vieron nevar durante las primeras horas de la jornada, aunque solo cuajó en los tejados de los edificios y casas. En otras parroquias arzuanas sí fue posible disfrutar del espectáculo de los campos blancos durante todo el día. Es lo que ocurrió en la aldea de A Mella (Arzúa) y en buena parte del municipio de Boimorto.

En lo que atañe a Santiago, la alerta naranja pasó sin pena ni gloria. Las temperaturas bajaron por la noche, pero durante el día los fuertes chubascos de agua nieve se alternaron incluso con algún momento puntual de sol. Solo en la madrugada de ayer cayeron algunos finos copos de nieve en las zonas más altas de la ciudad. Lo que sí provocó la alerta fue un tráfico intenso en las primeras horas, coincidiendo con la entrada a los colegios y debido al desplazamiento masivo en coches particulares por la suspensión del transporte escolar. El dispositivo especial de Urbaser se centró en la red de alcantarillado, para retirar las hojas y otros objetos acumulados en las rejillas, y garantizar así que estaban libres ante la previsión de lluvias intensas que podían ocasionar inundaciones.

En el municipio de Santa Comba, donde las direcciones de los centros escolares acordaron suspender las clases, se vieron sorprendidos con un día que resultó mucho menos frío y lluvioso que algunos del invierno. Tampoco hubo por allí rastro de nieve.

Más información en las páginas 8 y 9 de la sección Galicia.